Páginas

sábado, 5 de marzo de 2016

FERIA DE OLIVENZA Sorprende Alfonso Cadaval en la mañana triunfal de Ginés Marín

Tres orejas y puerta grande para el novillero extremeño, que tomará la alternativa en la próxima Feria de Pentecostés de Nimes

Un trofeo para el hijo de César Cadaval (el 50% de Los Morancos), que completó una interesante y más que digna actuación


 
Ginés Marín, a hombros esta mañana en Olivenza. FIT

Ginés Marín demostró hoy en "su" plaza de Olivenza el grandísimo nivel que posee ya, fruto del oficio y la experiencia adquirida en las pasadas temporadas, que le han llevado a estar a las puertas de la alternativa, que tomará dentro de pocos meses en la Feria de Pentecostés de la ciudad francesa de Nimes.

Su primero fue un novillo con noble y con ritmo en las embestidas, al que el jerezano, aunque extremeño de adopción, toreó con mucha seguridad, reposo y aplomo, entendiendo muy bien las distancias y terrenos para aprovechar a la perfección las bondades de su antagonista e interpretar un toreo de altura, sobre los mimbres del gusto, el temple y el aroma, sobre todo por el derecho.
Entró la espada a la primera, y aunque hubo petición del doble trofeo, al final, el usía solo concedió uno.

A por todas salió Marín en el incómodo cuarto, que se quedaba corto, un punto pegajoso, y rematando arriba los viajes, al que inició faena de hinojos y con el que estuvo muy puesto en una laboriosa faena argumentada en el amor propio, el aguante, el valor y las ganas de despedirse de novillero de "su" tierra con una puerta grande, que amarró tras una gran estocada, que le valieron las dos orejas.

El portugués Juanito tuvo muy mala suerte con el novillo de su debut con picadores. Fue éste un animal sin clase alguna y con actitud defensiva, sin pasar de los embroques y que acabó rajándose, con el que el alumno de la escuela taurina de Badajoz no pudo pasar de voluntarioso.
No pudo tampoco desquitarse Juanito con el quinto, otro manso sin paliativos, que a las primeras de cambio buscó el abrigo de las tablas, negándose en redondo a embestir, y con el que no pudo haber absolutamente nada.

El segundo debutante de la mañana, el sevillano Alfonso Cadaval, hijo de de César Cadaval, el 50% de Los Morancos. El novillero dejó buena imagen ante su primero, un novillo noble pero que no acabó de romper, con el que dejó atisbos de buen toreo, principalmente sobre la mano izquierda, por donde recetó algunos pases que hacen entrever en él un sello clásico y sin alardes. No anduvo acertado con la espada, y todo quedó en una calurosa ovación.

El sexto tuvo algo más de fuelle, y Cadaval sorprendió, y mucho, al respetable con un concepto vertical y relajado, en una faena sobre el derecho salpicada también con momentos de exquisito gusto, sobre todo los remates y los cambios de mano. No faltó tampoco la voltereta al ensayar el toreo al natural, de la que se rehizo sin mirarse.

Interesante y más que digna actuación de Cadaval, arropado en todo momento por el público oliventino, que le premió con una oreja

No hay comentarios:

Publicar un comentario