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jueves, 24 de marzo de 2016

Juan Bautista: “No tengo ambiciones como empresario, mi sitio es delante del toro”

"Para bien y para mal me han sorprendido las relaciones directas con algunos apoderados", reconoce el nuevo empresario de Arles

Juan Bautista: “No tengo ambiciones como empresario, mi sitio es delante del toro”

Íñigo Crespo

Deja meridianamente claro que sigue siendo matador de toros y que su sitio está en la plaza vestido de luces. Pero también explica que ser empresario de Arles es un reto, una oportunidad que tiene mucho de espiritual y personal. Juan Bautista empieza su etapa empresarial con la ilusión de quien sabe que tiene un buen equipo y muchas ideas por desarrollar. “En Arles se sigue jugando al toro por la calle como se juega al fútbol. Es una zona muy campera, como en España puede ser Salamanca o Sevilla o en México, Tlaxcala”, especifica.

Reconoce que tuvo sus dudas y que no tiene ambiciones de ser empresario, sin embargo el hecho de ser Arles le llevó a lanzarse a esta aventura: “Pensaba que esta ocasión me llegaba demasiado pronto. Pero al final es una oportunidad que se me presentaba y de no haberlo hecho a lo mejor tenía que esperar quince o veinte años. Lo hago porque es Arles. No tengo ambiciones de ser empresario de ningún otro sitio porque soy matador de toros y mi profesión es la que es. Ni quiero utilizar Arles como trampolín de nada. Mi único objetivo es hacer un buen trabajo al frente de una plaza que la llevo en mi sangre”.

Calidad y diversidad. Sobre esos dos elementos asegura que se va a asentar su proyecto como empresario. “Queremos aumentar la calidad en las dos ferias y para eso hemos tenido que reducir una corrida y una novillada picada. Y por otro lado hemos querido ofrecer diversidad al aficionado. Juntar figuras con jóvenes toreros como Roca Rey, Juan del Álamo o López Simón, además de potenciar los rejones o la corrida camarguesa, que tiene muchísimos adeptos en esta zona de Francia”.

Se muestra riguroso a la hora de hablar sobre las muchas ilusiones que le trastocan sus sentimientos cuando sabe que tiene la oportunidad de aportar sus ideas en una plaza como Arles. “Se está viviendo una renovación paulatina en el sector. No sólo en los toreros, que era algo muy necesario, sino también a nivel empresarial. Es curioso que mi primer año en Arles coincida con esta primera temporada donde se está abriendo paso a nuevos toreros que vienen para competir directamente con los que llevan muchos años tirando del carro de las taquillas como El Juli, Castella, Manzanares, Morante o yo mismo en Francia. Este año va a ser muy importante para que el gran público conozca a los nuevos toreros y muestren sus ganas y su interés por acudir a verles a la taquilla”, subraya.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido para bien o para mal?, preguntamos. “Para bien y para mal me han sorprendido las relaciones directas con algunos apoderados. A muchos les conocía incluso me apoderaron a mi. Unos me han sorprendido para bien y otros para mal. En toda negociacíon surgen flicciones lógicas de las cuales se aprenda. Es como si estuviese conociendo la otra cara de personas a las que conocía”.

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