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sábado, 26 de marzo de 2016

Morenito y Fandiño, duelo en Las Ventas

 
Íñigo Crespo

Velan armas antes de saltar al ruedo. De subir al ring. De entrar en un combate de arte y pasión, sinceridad y desgarro, sueños y anhelos. Se juegan mucho más de lo que parece. Se respetan, se reconocen pero se saben rivales. Incluso se intuye una aureola de amor y odio que puede resultar determinante para el mano a mano que van a torear en Las Ventas este próximo Domingo de Resurrección. Toreros con carácter y una historia personal distinta pero cargada de épica. Historias sin final que van a vivir un nuevo capítulo en Madrid. APLAUSOS ha sido testigo de la última mirada entre ambos antes de verse las caras en el patio de cuadrillas de la primera plaza del mundo.

MORENITO DE ARANDA:
 
-¿Qué se juega en Las Ventas?
-Cumplir sueños e ilusiones. Tengo muchas cosas por dentro que me apetece expresarlas y más delante de Iván Fandiño.
 
-Hay una sensación generalizada en admitir que este es un mano a mano de verdad. ¿Es verdad que no son amigos o es que cada uno está en su papel?

-Amigos no somos pero no nos llevamos mal. Hemos tenido carreras paralelas aunque los triunfos nos han llegado en distintas circunstancias. Las miradas siempre han estado ahí, muy presentes. Es un mano a mano bonito, de mucha rivalidad y de dos toreros distintos que es un matiz que da imprevisibilidad a la tarde. No sabemos por dónde va a romper la tarde.
 
-Después de haber abierto la puerta grande de Madrid el año pasado. ¿No tiene la impresión que aquello le sirvió de poco y ahora le toca volver a empezar?

-El destino es así y la vida también. Uno puede preocuparse de lo que puede controlar, de lo otro no. Soy muy consciente que esto es una vuelta a empezar por las razones que sean; en ello me quiero centrar, en recuperar el tiempo perdido.
 
-¿Cuál es su ventaja o su arma con respecto a Iván Fandiño?

-Mi pasión. Ahora estoy centrado y tengo mi toreo muy controlado, mis emociones también. Ese control emocional en la plaza se debe convertir en un desequilibrio artístico que es donde nace lo mejor de Morenito de Aranda. No soy un torero de llevar las cosas pensadas, prefiero hacer en cada momento lo que me plazca y lo que sienta porque cada toro es una oportunidad única de creación artística.
 
-¿Cómo espera que le reciba Madrid?

-Hombre, supongo que bien…¿no?
 
-Lo desconozco, por eso se lo pregunto.

-Espero que bien después de mi paso por la Goyesca y por San Isidro. De todos modos prefiero buscar más el final que el principio. Lo que quiero es que cuando termine la corrida, Madrid salga hablando de mí.

IVÁN FANDIÑO:
-Un año después, otra vez Madrid.

-Tenía que volver, era una necesidad interior. Guardo un recuerdo agridulce del año pasado y por lo tanto tengo que volver para cambiar las cosas. No se puede quedar esto así.
 
-¿Qué pone en juego esta vez?

-Mi ego.
 
-Explique eso.

-Hice una apuesta el año pasado y salió mal. No me puedo lamentar de nada porque unas veces se gana y otras se aprende. He aprendido. He sufrido pero me he levantado y eso lo tengo que demostrar en la plaza.
 
-¿Madrid fue justo o injusto con usted después de haber apostado tan fuerte?
-No voy a entrar en eso porque esa página esta pasada. Soy un torero de apostar, siempre lo he hecho y es un sello de mi carrera. Nunca me asustaron los retos y este de ahora tampoco. Ha pasado un año y estoy recuperado de todo.
 
-¿Se llega a dudar de uno mismo cuando no salen las cosas?

-Es duro, es duro. Cuando se triunfa es todo muy bonito pero el otro lado de la moneda es cruel, aparecen fantasmas y se dudan de muchas cosas. Pero al final existe una cosa que se llama amor propio y fondo de figura que es lo que te obliga a renacer y volver a ser tú.
 
-Todo este proceso, esta travesía del desierto, ¿puede ser el inicio de otro Iván Fandiño, de una vuelta de tuerca más en su tauromaquia?

-En esta etapa han nacido cosas. La experiencia te da un poso. Los artistas cuando más y mejor expresan son cuando se encuentran sumidos en una etapa de dolor. Cambiar no sé si cambia, lo que ocurre es que aparecen cosas nuevas, una raíz artística distinta. Lo que tengo claro es que lo vivido me ha aportado cosas pero no va a dejar de ser una anécdota en mi vida.
 
-Dice Morenito que tiene muchas cosas que expresar delante de Fandiño. Parece que saltan chispas.
-Hemos tenido una relación de amor y odio pero desde el respeto y creo que desde el cariño de un rival que lo he tenido siempre muy cerca. No somos amigos, nos respetamos pero nos tenemos ganas porque somos dos toreros competitivos. Morenito ahora se quiere colocar en un sitio que yo también lo quiero conseguir y por lo tanto los dos vamos a salir a triunfar. Cada uno con sus armas y con su verdad.
 
-¿Cómo le va a recibir Madrid?

-Siempre he tenido muy buena sintonía con el público de Madrid. Cómo me reciban no me preocupa, me preocupa más cómo me despidan porque quiero volver a recuperar esa sintonía.

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