El festejo no pudo continuar tras la muerte del tercer toro debido al tremendo aguacero que dejó impracticable el ruedo
Pepe Espín
Fotos: JAVIER ARROYO
El jabonero que abrió plaza fue un toro deslucido y con las fuerzas muy justas. Sebastián Castella lo recibió bien a la verónica antes de una faena correcta en la que el torero francés se justificó pero que no pasó a mayores debido a la condición de su oponente. Mató de una estocada tendida y fue silenciado.
El segundo fue un toro noble y manejable pero flojo ante el que Manzanares se lució toreando a la verónica. Bajo un diluvio tremendo arrancó la faena del torero alicantino que instrumentó cuatro series sobre la mano derecha templadas y de notable empaque y gusto. Remató de una buena estocada pero se demoró la muerte del toro y todo quedó en palmas.
No le importó ni lo más mínimo a Cayetano el tremendo aguacero que caía a la salida del tercero toro. El menos de los hermanos Rivera Ordóñez recibió a su oponente con una larga cambiada en el tercio y de rodillas abrió una faena plena de raza y entrega. En los medios logró dos series sobre la mano derecha importantes ante un toro bueno de Cuvillo. Puso toda la carne en el asador Cayetano que remató su actuación con una buena estocada siendo premiado con las dos orejas.
Brihuega, sábado 23 de abril de 2016. Toros de Núñez del Cuvillo. Sebastián Castella, silencio; José María Manzanares, palmas; Cayetano, dos orejas. Entrada: Más de tres cuartos de plaza. El festejo se suspendió a la muerte del tercer toro debido a la fuerte lluvia.
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