«No aceptaremos ni acataremos la voluntad de 30 diputados que quieren prohibir como dictadores lo que se escapa de su pensamiento único», dicen los ciudadanos
JOSEP MARIA AGUILÓPalma De Mallorca
El municipio mallorquín de Fornalutx acogió este domingo un acto en defensa de su centenario «correbou» («encierro»), que se celebra cada año a principios del mes de septiembre. Bajo el lema «Sentiment, tradició i cultura, el correbou no s'atura» («Sentimiento, tradición y cultura, el encierro no se para»), unas 250 personas participaron en la concentración, organizada por la Comisión de Fiestas de Fornalutx. La citada localidad cuenta con unos 700 habitantes en total. La protesta se desarrolló en un tono festivo, sin ningún tipo de incidentes.
Durante la celebración del tradicional «correbou» de Fornalutx, un toro se desplaza por las calles del pueblo con la cornamenta atada a unas cuerdas que sostienen vecinos de la localidad. Desde hace varios años, un grupo de voluntarios vigila que el toro no sufra ningún tipo de vejación ni maltrato. Cabe recordar que en el «correbou» de 2015 fue necesaria la intervención de la Guardia Civil, después de que una veintena de animalistas intentasen parar el encierro.
El acto reivindicativo de este domingo se ha producido después de que el pasado martes el Parlamento balear aprobase, con los votos a favor del PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Podemos, tomar en consideración la modificación de la Ley de protección de los animales que viven en el entorno humano, aprobada en 1992 por el PP. La reforma de la citada ley supondrá en la práctica la prohibición de las corridas de toros en Baleares y también la supresión de espectáculos como los «correbous».
En la actual legislatura, el Ejecutivo regional está presidido por la socialista Francina Armengol, gracias al acuerdo de gobernabilidad suscrito hace diez meses entre el PSOE, MÉS y Podemos. Esta última formación sólo da su apoyo externo a Armengol. Por lo que respecta a las tres formaciones que se encuentran en la oposición, el PP y Ciudadanos se han opuesto a la modificación de la citada ley, mientras que Proposta per les Illes (PI), sucesora de la extinta UM, se abstuvo en la votación del pasado martes.
El alcalde de Fornalutx, el popular Antoni Aguiló, señaló este domingo en declaraciones al canal autonómico IB3 que «el problema es que no se nos ha consultado en ningún momento», en relación a la nueva iniciativa antitaurina impulsada por el tripartito balear. «Se llenaban la boca de consenso y diálogo, y con nosotros no tienen ni consenso ni diálogo», criticó el alcalde, para añadir: «Nosotros lo que queremos es que se nos escuche, que se sienten a hablar con nosotros, que nos expliquen su postura».
Por su parte, el portavoz socialista en el consistorio de Fornalutx, Andreu Barceló, explicó, en referencia a la prevista reforma de la ley, que «aún no ha llegado al final, aún tenemos una esperanza, pero mucha gente del partido se quiere ir si nos quitan el correbou definitivamente».
En la concentración de este domingo se leyó un manifiesto en el que se señalaba que el «correbou» es «la voluntad de todo un pueblo, de toda una tierra, que está diciendo que defenderá sus tradiciones, cultura y libertad». En el texto también se recalcaba que «no aceptaremos ni acataremos la voluntad de 30 diputados que quieren prohibir como dictadores lo que se escapa de su pensamiento único».
El pasado mes de febrero la Cámara autonómica había aprobado ya una proposición no de ley relativa a la prohibición de los espectáculos taurinos en todas sus formas y a la supresión de cualquier ayuda pública para las corridas. Dicha proposición también instaba a prohibir cualquier espectáculo que cause sufrimiento a un animal. Por su parte, el PP presentó recientemente una proposición no de ley para declarar el «correbou» de Fornalutx como Patrimonio Cultural Inmaterial de Baleares. Esta propuesta fue rechazada con los votos en contra del PSOE, MÉS y Podemos.
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