Sevillano y malagueño, al igual que Borja Jiménez, se justificaron y anduvieron por encima de la corrida de Tornay, que tuvo muy buena fachada pero resultó deslucida por su poco fondo
Víctor García-Rayo
Fotos: GONZÁLEZ ARJONA
El cuarto se paró por completo. Arreció la lluvia mientras
Esaú volvió a intentarlo. Esfuerzo en balde por la aplomada condición
del oponente. Estocada. Silencio.
Muy parado y tardo el segundo, otro animal muy bien
presentado pero deslucido por su falta de ímpetu. Se cuidó al astado
durante su lidia, pero resultó muy agarrado al piso. Lo intentó todo
Fortes, muy decidido de principio a fin, culminando su labor con un
arrimón metido entre pitones.
Hubo más voluntad que brillantez. Mató de
media estocada y cuatro golpes de descabello. Silencio.
Fortes fue ovacionado tras lidiar al quinto, otro toro
parado que además soltó la cara para defenderse de su falta de brío. El
malagueño se pegó un arrimón importante, exhibiendo gran valor. La labor
tuvo más emoción que las anteriores por esa dosis de peligro que
conllevaban los hachazos del animal. Mató de una estocada entrando a
ley.
En la línea de los anteriores, el tercero tampoco dio
opción. Rajado desde el principio. Su matador, Borja Jiménez, arrancó
faena con dos cambiados espalda, pero el de Tornay se afligió pronto.
Cabeceó también y terminó completamente parado. Borja se metió entre
pitones para justificarse. Estocada tras pinchazo. Silencio.
Cerró plaza un toro muy grandón, con casi 600 kilos, que
tampoco quiso embestir a la muleta de Borja Jiménez. En cuanto el rubio
torero de Espartinas quiso someterle, se vino abajo. Como sus
compañeros, optó de nuevo el torero por meterse entre los pitones en
lugar de aburrirse. Sonó un aviso tras pincharlo primero y dejar una
estocada después. Palmas a la voluntad.
Sevilla, 4 de abril de 2016. Segunda de la Feria de Abril. Toros de Tornay, muy bien presentados, serios, astifinos, de estupenda fachada, pero a menos y parados, deslucidos por su poco fondo. Esaú Fernández, ovación con saludos y silencio; Jiménez Fortes, silencio y ovación con saludos; y Borja Jiménez, silencio y palmas tras aviso. Entrada:
Menos de media. El festejo comenzó con cinco minutos de retraso debido a
la necesidad de acondicionar el ruedo tras las lluvias caídas. Tal y
como se informó a través de la megafonía de la plaza, dado que el piso
plaza estaba bien y los tres toreros querían actuar, la autoridad, de
acuerdo con el reglamento, dio permiso para que arrancara el festejo. El
espectáculo empezó bajo un aguacero.
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