Otros galardonados han sido el dramaturgo Albert Boadella, los pintores José Moreda y César Palacios y el programa de Canal Plus Toros «El Kikirikí»
El matador de toros premiado Julio
Aparicio
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Otros premiados han sido el dramaturgo catalán Albert
Boadella, reconocido como personalidad relevante en defensa de la
tauromaquia; los pintores José Moreda y César Palacios, por sus
manifestaciones artísticas relacionada con los toros; y el programa de Canal
Plus Toros «El Kikirikí», que dirige el periodista David Casas, como
mejor medio de comunicación.
García Escudero ha abierto la sesión taurina con un
mensaje en el que ha pedido «tolerancia y libertad» y se ha dirigido a
los que atacan los toros, porque «no pueden perder el respeto y usar la violencia
contra aquellos a los que sí nos gustan». También ha instado al Tribunal
Constitucional a que se pronuncie cuanto antes sobre el recurso de
inconstitucionalidad presentado contra la prohibición en Cataluña, sentencia
que, «de primar la razón y la cordura», podría servir de antecedente
para evitar otros casos similares en España.
Las tres grandes figuras del toreo de los años 60, Aparicio,
Litri y Ostos –se les ha mencionado como «toreros para el recuerdo»–,
han sido reconocidos «por el impacto que supusieron en la sociedad, por el
concepto tan personal que tenía cada uno de ellos, su propia rivalidad y
competencia, y por llegar a convertirse en referencia histórica de una época
dorada del toreo», ha señalado Juan Manuel Albendea (PP), encargado de entregar
el galardón.
De los tres, sólo Jaime Ostos ha acudido a este
primer acto en los que la ATP ha cambiado los salones del Senado por el aula
cultural Antonio Bienvenida, de la plaza de toros de Las Ventas. Para el
veterano torero de Osuna (Sevilla), de 85 años de edad, el toreo es «el
ballet más bonito de la vida», en el que todo «es verdad, no como en el
teatro», enfatiza.
Otra de las intervenciones de la mañana ha corrido
a cargo del dramaturgo catalán Albert Boadella, quien ha reconocido que le emociona
más «un gran pase de un torero que una escena de Shakespeare».
Uno de los grandes defensores de los toros en su
tierra, Cataluña, ha hecho hincapié en la necesidad de defender los toros «con
un sentido didáctico» para lograr hacer ver que el toreo es «un arte
único, una síntesis de la vida, una parte importante de la cultura española y
universal».
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