De
esa cifra, cinco alternativas –seis con la próxima de Cehegín--
tuvieron lugar en Europa: una en Nimes y el resto en diferentes plazas
de España, en tanto 9 tuvieron lugar en México. De ellas, contando ya a
Conchi Ríos, siete tienen nacionalidad española, seis son mexicanas y
otra de Perú.
Con
todo, si nos referimos a la época moderna a estas matadoras de toros
hay que unir el nombre de la colombiana Morenita de Quindío, que se
doctoró en México en 1968, diez años después se presentó en España y que
ya ha fallecido.
El caso de Conchi Rios
La murciana Conchi Ríos (Murcia, 1991)
tiene ya, pese a su juventud, un largo historial desde que vistió por
primera el traje de luces en marzo de 2007 y debutó con picadores en
Granada en junio de 2009. En su haber tiene una Puerta Grande en Las
Ventas, tras cortarle las dos orejas –la primera mujer que lo
conseguía-- a uno de sus novillos la noche del 10 de julio de 2011,
cuanto actuaba con dos nombres que ahora suenan mucho en el escalafón:
Jiménez Fortes y López Simón, con reses de José Cruz.
Pero
a raíz de Madrid, cuando había que rentabilizar el éxito, una sucesión
de cornadas --Nimes, Tudela, Murcia…-- y los cambios en su gestión
profesional, la fueron apartando de la primera línea. Y de hecho, en los
últimos años apenas ha toreado.
De
hecho, la última temporada con un número significativo de festejos fue
la de 2012, cuando actuó en 18 festejos, cortando 14 orejas. En las
restantes temporadas su nombre no aparece ya en los escalafones
novilleriles. Su último festejo data del pasado mes de marzo, un
festival en la localidad granadina de Baza, donde cortó tres orejas
.
Un escaso numero de oportunidades
Pero
salvo el caso de Cristina Sánchez, que realizó temporadas completas
incluyendo incluso la plaza de Madrid, una vez accedido al grado de
matadoras de toros sus actuaciones han sido contadas. En España,
puramente esporádicas, como cuando algunos años a Mari Paz Vegas la
contratan para la feria de Málaga. Sandra Moscoso no ha vuelto a vestir
de luces desde su doctorado
En
América, sobre todo en las plazas de México, tienen una mayor
aceptación, tanto alternando con matadores como en carteles
exclusivamente femeninos. De hecho, la Monumental de Ciudad de México
ofrece un par de oportunidades fuera de la temporada grande, aunque la
mayoría de las oportunidad se localizan en la periferia de los Estados..
Incluso el pasado 15 de mayo Lupita López actuó por primera vez en la
historia como única espada en la lidia de seis toros --en esta ocasión,
del hierro de Brito-- en la plaza de Tepotzotlán, en el Estado de
México.
Pese
a esta reducida actividad rara es la Escuela Taurina que no tiene a más
de una chica entre sus alumnos. En la actualidad hay una cordobesa,
Rocío Romero, que viene entrando en las novilladas que se organizan con
los aspirantes más destacados y ya ha actuado en lo que va de año en 9
festejos.
Una constante histórica
Pero
esta realidad no es nueva: viene siendo una constante histórica desde
la primera vez que la mujer accede a un ruedo, que se remonta en sus
orígenes a los siglos XVII y XIX, cuando en las primeras
reglamentaciones se contempla la posibilidad de que la mujer acceda a
las profesiones de los ruedos. Pero debe reconocer que las actuaciones
de las señoritas toreras casi se circunscribían a las mojigangas, en la
que constituían la principal atracción de numerosos espectáculos
taurinos populares.
Hasta
que en los primeros años del siglo XIX, con la llegada a España del rey
francés José Bonaparte, se prohíben. Sin embargo, por congraciarse con
el pueblo permitió determinadas actuaciones. Es lo que se cuenta, por
ejemplo, de una dama asturiana, Teresa Alonso, que rejoneó dos novillos
en Madrid el 28 de julio de 1811. En las épocas posteriores siguieron
las modificaciones reglamentarias a favor y en contra del toreo femenino
Tras
el caso de la famosa Juanita Cruz, en la década de los años 30, que
acabó actuando en el exilio de México, ya en la España contemporánea
fue la alicantina María de los Ángeles Hernández --en los carteles,
Ángela-- quien consiguió romper en 1974 la prohibición legal hasta
entonces vigente. Pero no fue precisamente edificante el uso que de la
nueva norma se hizo en un principio, con la llegada meramente
oportunista de toreras procedentes de la farándula que brillan más por
su aspecto que por la seriedad de sus lances. No le hicieron ningún
favor al toreo.
De
hecho, hubo que esperar a que llegara Maribel Atiénzar, que tuvo
ambiente y profesionalidad, y, posteriormente a la aparición de las
Escuelas de Tauromaquia en los años ochenta, que realmente fue lo que
cambió el panorama de aprendizaje del toro y el acceso de la mujer.
Y
entre ellas, el momento cumbre lo protagoniza años después Cristina
Sánchez, destacada alumna de la escuela taurina de Madrid, novillera con
proyección, alternativa de lujo, confirmación en Madrid y en la
Monumental de Insurgentes y a la que incomprensión de sus compañeros
forzó a la despedida, que se produjo en Las Ventas, en la última
corrida de la Feria de Otoño de Madrid de 1999. Perdimos así a la mujer
que con más fundamento ha realizado el toreo; ganamos, en cambio, una
excelente comentarista de toros, que tan buena labor didáctica realiza
fundamentalmente a través de la televisión manchega.
Fue
precisamente Cristina Sánchez quien hizo matadora de toros en 1997 a
Mari Paz Vega, con Antonio Ferreras de testigo y en la plaza de Cáceres.
Se mantiene la malagueña en activo, en una lucha de la que sobre todo
llama atención su capacidad por no dejarse llevar por el desánimo,
quizás porque en América encuentra la comprensión que en España se le
niega muchas veces.
Un
suspiro duró la trayectoria en España de la toledana Raquel Sánchez,
cuya carrera profesional ha discurrido básicamente por tierras
americanas, México y Venezuela, en particular. Pero siguieron saliendo
nuevas aspirantes, casi todas procedentes de las Escuelas Taurinas Pero
con caballos y cierta proyección sólohan estado, primero Sandra Moscoso y
ahora Conchi Rios. Moscoso se doctoró en septiembre de 2010, pero
luego ha tenido un reducido número de actuaciones, aunque como
novillera llegó a tener bastante ambiente; la murciana Ríos llegó a ser
la primera mujer que cortaba dos orejas a un novillo en Las Ventas,
luego entró en una etapa dubitativa, hasta que ahora decide dar el paso a
alternativa.
El escalafón
Con alternativa
comprobada y fehaciente, en los tiempos contemporáneos se registran
catorce alternativas de mujeres, si se incluye ya el caso inminente de
Conchi Ríos. La relación de las que existe prueba documental fehaciente
es la siguiente:
En Europa
Cristina Sánchez
(Madrid): 23 de mayo de 1996 en Nimes, Francia, de manos de Curro
Romero y ante la presencia de José María Manzanares, con el toro “Poca
Barba” de Alcurrucén. Aunque ya retirada, en la actualidad es tanto por
antigüedad de alternativa como por estadísticas quien encabeza el
escalafón femenino.
Mari Paz Vega
(Málaga): En corrida Goyesca, el 29 de septiembre de 1997 en Cáceres,
España, siendo el padrino Cristina Sánchez y el testigo Antonio Ferrera,
con el astado “Carpintero” de José Luis Marca.
Raquel Sánchez (Toledo): 27 de mayo de 2005 en Toledo, España, con el apadrinamiento de Eugenio de Mora y el testimonio de Manuel Amador.
Sandra Moscoso:
Ubrique (Cádiz): el 29 de septiembre de 2010, de manos de Finito de
Córdoba y con Juan José Padilla de testigo, ante toros de Teresa
Osborne.
Milagros Sánchez, “Milagros del Perú”:
el 20 de abril de 2013 en la plaza de Moralzarzal. otorgada por Joselu
de Torrecera, en presencia de Esaú Fernández, con toros de Buenvista.
En América
Raquel Martínez
(Tijuana): 20 de septiembre de 1981 en Tijuana, Baja California,
llevando como padrino a Rogelio Leduc y de testigo a Adrián Romero, con
el astado “Tecate” de Trincheras.
Maribel Atienzar
(Albacete): 28 de noviembre de 1981 en Pachuca, Hidalgo, siendo padrino
Ernesto San Román “El Queretano” y testigo Raquel Martínez, con
ejemplares de Pepe Garfias.
Lola de España
(María Dolores Velásquez Álvarez) (Natural de Barcelona): El 19 de
enero de 1986, toros en la plaza Sol y Sombra, del distrito municipal de
La Victoria, de Lima, de manos del matador peruano Daniel Palomino y de
testigo César Caro.
Marbella Romero
(Morelia): 15 de diciembre de 2007 en Morelia, Michoacán, de manos de
Rafael Ortega y ante la presencia de Isaac Chacón, con el toro “Juan
Diego” de Pepe Garfias
Hilda Tenorio.
(Michoacan): el 28 de febrero de 2010 en la Plaza México, de manos de
Manolo Mejía y con Ruiz Manuel de testigo, con toros de Autrique.
Lupita López
(Yucatan). El 13 de marzo de 2011 , en la Plaza México, de manos de
Mari Paz Vega y con Hilda Tenorio como testigo, con toros de La Punta y
de Jesús Cabrera
.
Karla de los Angeles.(Puebla,
México): el 28 de diciembre de 2014, en la plaza México, de manos de
Hilda Tenorio y en presencia de Lupita López, con toros de Guadiana.
Paola San Román
(Queretaro): 16 de mayo de 2015, en la plazA de Morelia, de manos de
Edgar García “El Danby” con Javier Conde de testigo, con toros de
Carranco.
Pero a este grupo de matadoras de toros de la era moderna hay que unir el nombre de Bertha Trujillo “Morenita de Quindío”
(Armenia, Colombia, 1928), fallecida en Cali en noviembre de 2011. Su
alternativa se produjo el 12 de mayo de 1968 en Comalcalco (Tabasco), de
manos de José Ramón Tirado y ante la presencia de su esposo, también
colombiano, Marco Gómez, con el toro “Presumido” de Trincheras. Llegó a
torear en España, donde debutó el 15 de Mayo de 1975 en la plaza de San
Sebastián de los Reyes, donde hizo el paseíllo con Manolo Ortiz y José
Ortega Cano.
Otras alternativas no comprobadas
Aparecen
dos más. En un caso corresponde a la popular Ángela Hernández, cuyo
mérito principal, ya referido en párrafos anteriores, fue conseguir en
1974 la derogación de la norma que en España impedía la actuación de
mujeres en el ruedo. Pero sobre su alternativa solo constan unos datos
imprecisos, dados por ella misma en una entrevista periodística, en la
que afirmaba que se la había otorgado Manolo Martínez en 1979 en una
plaza mexicana, que no identifica.
Por
otro lado, existen algunos datos, asimismo, de una alternativa
concedida en Toluca (México) por Silverio Pérez, en una fecha imprecisa
entre los años 50 y 60, a Rosa Bertha Martínez “La Faraona”, torera que
se prodigó por los Estados mexicanos y en los Estados Unidos.
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