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sábado, 18 de junio de 2016

Nueve años (3.288 días) desde la reaparición de José Tomás en Barcelona


El 17 de junio de 2007 el torero de Galapagar agigantaba su leyenda en Cataluña  

 

José Tomás da la vuelta al ruedo en su regreso a la Monumental catalana - Elena Carreras

Rosario Pérez - CharoABCTorosMadrid

Cuatro años despúes, el Real Madrid ganaba una Liga, cinco años después, José Tomás reaparecía en Barcelona por la puerta grande. Corría el séptimo año de este siglo. El 17 de junio de 2007 se agigantaba la leyenda de la figura de Galapagar en la Monumental catalana, cerrada hoy a cal y canto. Han pasado nueve años y 3.288 días.

Un día más tarde, su regreso copaba las portadas de los principales diarios junto al triunfo blanco. Las glorias futbolísticas y taurinas compartían «cartel» con el terrorismo. Decía el ABC que Eta pretendía atentar y seguir con el proceso de Zapatero; los yihadistas de Al Qaida de Pakistán y Yemen se infiltraban en Hamás. Se hablaba en páginas interiores de la posibilidad de que España se convirtiese en escenario de la mayor extinción de anfibios en Europa. A vueltas con el cambio climático...
Pero más allá de la desaparición de anfibios y reptiles lo que acabaría «extinguiéndose» serían los toros en Cataluña. Tres años después, en julio de 2010, el Parlament prohibía las corridas. Atrás quedaba el júbilo y el esplendor de una tarde en la que José Tomás revitalizó la Fiesta en tierras catalanas. Más allá de las tres orejas que cortó a la corrida de Cuvillo y que lo auparon en hombros junto a Cayetano -desorejó a su lote-, el de Galapagar escribió una página en la historia de la Tauromaquia. Una página que abriría un capítulo de idilios con la plaza de Balañá, donde los «biennn» se convirtieron en «oooles» (tan parecidos y tan distantes a la vez).

Veinte mil personas abarrotaron aquel 17 de junio el coso, como Anna Hernández, la mujer de José Montilla -este se decantó por el fútbol-, el notario Juan José López Burniol -que Maragall incorporó a sus filas-, los artistas Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat, el Faraón Curro Romero o Tino, el abuelo de José Tomás, que protagonizó una emotiva escena cuando le lanzó su bastón tras la mágica faena de su nieto.

No faltaron otros socialistas como David Pérez o Carmen Calvo, aunque luego el PSOE traicionaría a sus votantes aficionados a los toros con tres abstenciones y otros tres votos favorables a la abolición taurina.

La afición catalana aún sigue pendiente de que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el recurso de inconstitucionalidad presentados por el PP...

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