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jueves, 28 de julio de 2016

El Juli, Perera y Roca Rey, tarde grande en Santander

Madrileño, extremeño y peruano cortan dos orejas cada uno y salen a hombros de Cuatro Caminos

Por Licinia Muñiz

Licinia Muñiz
Fotos: ARJONA
Al castaño de Domingo Hernández que abrió plaza lo recibió El Juli con verónicas con el compás abierto. Galleó el madrileño para llevarlo al caballo, antes de un quite por chicuelinas en los medios donde molestó el viento. Brindó al cielo el madrileño una faena en la que anduvo por encima de las condiciones del toro. A media altura llevó en el primer tramo del trasteo a un animal deslucido. Mató de una buena estocada y hubo petición de oreja que el palco no concedió. Después de una primera faena del madrileño en la que no hubo logros mayores, El Juli impuso su tauromaquia de mando y gobierno frente al cuarto. Puso el de Velilla todo su conocimiento para extraer el máximo partido de su oponente. Aprovechó los ritmos, las querencias, los tiempos y las distancias para coser al toro a su muleta y torear con largura y profundidad. Muy meritoria su actuación. Coronó su obra de una espadazo con el que redondeó una labor profunda. Dos orejas.

 
Miguel Ángel Perera cortó una oreja del que hizo segundo, un toro noble y con calidad al que el extremeño cuajó una faena templada desde la apertura, en los medios y con cambiados por la espalda, hasta las series sobre la mano derecha en las que corrió bien la mano. Molestó el viento pero no le importó a Perera que llevó siempre embebida la embestida de su oponente. Faena supo sacar el buen fondo del toro en una labor inteligente y firme. Perera metió en el canasto al quinto prácticamente desde la primera serie para, a partir de ahí, construir una faena de notable gobierno y poder. Con codicia tomaba el engaño el de Garcigrande al que el extremeño pulseó con temple, especialmente sobre la mano derecha. Mató de una estocada casi entera y paseó una oreja que le abría la puerta grande.

Suelto y sin fijeza el tercero, mostró su querencia desde los primeros compases. En los medios, Roca Rey abrió la faena de rodillas ante un animal de embestida descompuesta. Puso todo de su parte el peruano, muy por encima de un toro de corto viaje. Firmeza y valor de Roca Rey. Mucho torero para poco toro. El epílogo contó con varios circulares de mucho mérito. Una estocada caída y un golpe de descabello. No se quiso quedar atrás Roca Rey que frente al sexto salió a por todas desde el primer minuto con la puesta en escena en un quite por saltilleras y gaoneras en los medios. De extraordinario ajuste. Brindó a la viuda de Chuspe, impulsor del pasodoble que lleva su nombre. Se enroscó el toro a su cintura en el toreo en redondo frente a un toro con calidad. Faena construida sobre el valor, la quietud y la seguridad. Con el público en pie, se perfiló en la suerte de matar cobrando una estocada que le valió las dos orejas.

Santander, jueves 28 de julio de 2016. Toros de Garcigrande y Domingo Hernández (1º y 3º). Bien presentados, parejos y de buenas hechuras. Desiguales de juego, buenos el 4º y el 5º. El 6º les siguió a ambos en calidad. Los tres primeros, faltos de raza y de casta. El Juli, ovación con saludos tras petición y dos orejas; Miguel Ángel Perera, oreja y oreja; Roca Rey, ovación con saludos tras leve petición y dos orejas. Entrada: Lleno. Antes de romperse el paseíllo, se guardó un minuto de silencio en memoria de Fermín Bohórquez.

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