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jueves, 7 de julio de 2016

Primer encierro de San Fermín: Fuente Ymbro perdona en los montones


Los estrenos no son sencillos. Volver a la trepidante rutina de ocho días de encierros, a las enormes bestias que salen por el coral del gas, a la tensión, los nervios... Y todo con el piso húmedo tras la lluvia que ha caído en Pamplona en las últimas horas.
Así ha sido el primer encierro de estos sanfermines 2016: se puede decir que de tanteo, a la espera de mayores peleas que puedan llegar los próximos días.
¿Y por qué digo que no ha habido batalla? Por partes:
En Santo Domingo, el primer tramo del encierro, aquel que discurre con una pronunciada cuesta, ha sido el escenario donde han corrido los pagafantas del día. Muchas carreras, mucho ánimo e ímpetu, pero sólo para correr delante de los cabestros. La manada iba tan arropada que no había forma de coger toro. Profilaxis taurina.
Así ha marchado el grupo hasta poco antes de la Plaza del Ayuntamiento, cuando uno de los toros castaños de Fuente Ymbro ha perdido ritmo y ha dejado distancia con el resto. Había huecos en los que, por fin, meterse ante la cara del animal.
La llegada a la curva de la Estafeta ha sido realmente rápido, sin apenas resbalones de los animales, que han demostrado mucho más sentido común e inteligencia que algunos de los mozos que participaban en el encierro, tomando la curva menos cerrada de lo que indica la inercia de la carrera.

Todo cambia en la Estafeta

La recta de la Estafeta ha dejado otro encierro completamente distinto. El torojabonero abría el grupo a una velocidad infernal. Por suerte para los desavisados que estaban delante de él casi sin quererlo, no hacía caso a nada ni lanzaba derrotes. Aquí se ha producido un montón en el centro de la calle, que el toro ha salvado sin problemas. El resto de la manada poco a poco se ha ido desprendiendo de los cabestros y han comenzado a verse carreras de lujo por parte de los corredores más habituales. Ahora era un toro negro el que acompañaba a su hermano de camada jabonero. Todos galopaban a buen ritmo, sin lanzar miradas a los lados.
El grupo ha llegado a la zona vallada bastante abierto, a un ritmo alto pero algo más atemperado. Ya sí se podía correr marcando el ritmo, templando la marcha y sin muchas dificultades. Un Fuente Ymbro negro comandaba el grupo y detrás cinco toros que se han encontrado con un nuevo montón, esta vez ya a pocos metros del callejón. ¿Qué han hecho los animales al ver tantos corredores a su disposición? Nada. Han intentado evitar pisotones, no han tirado ni un solo derrote y, si ha estado a punto de haber alguna cornada, ha sido casi sin querer, por la pura inercia y lo astifinos de los pitones.

Cuatro contusionados

Han resultado heridos cuatro corredores: uno presenta contusión craneal por caída en Santo Domingo y herida en el brazo derecho. El segundo presenta herida en el brazo izquierdo en la zona del Ayuntamiento. El tercero, contusión craneal que se ha producido en un montón en el Ayuntamiento. El cuarto, contusión craneal en un montón en la zona de Telefónica.

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