Un serio encierro de Martín Lorca que no dio demasiadas opciones hizo que sacaran sus 'plan B' francés, malagueño y albaceteño para ofrecer versión más voluntariosa a la afición toledana
JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Destacaron en el segundo las buenas formas de Rubén Pinar, que exprimió al máximo la calidad a menos del toro de Martín Lorca. Desde el inicio capotero se le notó la madurez al albaceteño, consiguiendo conectar también en un quite por chicuelinas con más efectividad en el tendido que pulcritud en el ruedo. En faena, basó la primera parte de ésta en la mano derecha, por donde le dio tres tandas que el astado se tragó con buen son en su tranco. Ya con el viaje más en corto, aprovechó su docilidad Rubén para torear al natural y, cuando se aplomó totalmente el toro, llevarlo mecido en corto. Espada en mano, el tobarreño pinchó sus buenas formas y se esfumó el premio. También de muy seria estampa era el quinto, al que Pinar llevó con el capote muy embebido en los vuelos. Fue un animal siempre a menos, con el que Pinar anduvo valeroso, siempre buscando el toreo en cercanías y echando arrestos de valor a la falta de casta del de Martín Lorca. La espada no hizo, de nuevo, honra al buen concepto del albaceteño.
"Romántico”, número 16 y colorado de capa era el cinqueño quinto, de imponente hechura, al que recibió por una larga cambiada. De forma dulce inició Saúl su faena, que fue poco a poco entendiendo a un animal que le ofreció humillación sólo en la primera parte del trasteo. Muy firme Fortes, le dio tiempos al toro hasta que lo desarmó y se enfrió un punto su labor. La justeza de fuerzas evitó que el trasteo tomase más vuelo. Tras la estocada, fue ovacionado con fuerza tras petición. Fue calando la labor de Fortes en el sexto ante un animal siempre a menos. La colocación y el buen gusto siempre destacaron en un toreo a diestras que emocionó al respetable paulatinamente. Una oreja cortó finalmente el malagueño.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Bargas, Toledo. Corrida de toros de Feria.
Seis toros de Martín Lorca.
Juan Bautista, silencio y oreja.
Rubén Pinar, palmas y ovación.
Fortes, ovación y oreja.
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