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sábado, 17 de septiembre de 2016

Excelso El Cid con un victorino de vuelta al ruedo


El diestro de Salteras (Sevilla) cortó dos orejas en Logroño ante un toro al que el público pidió reiteradamente el indulto, sin que este fuera concedido  

El diestro Manuel Jesús «El Cid» con su primer toro, al que cortó dos orejas 

El diestro Manuel Jesús «El Cid» con su primer toro, al que cortó dos orejas - EFE
 
Á. G. ABAD - @abc_cultura Logroño

«Planteadito» se llamaba. Un gran toro que tuvo enfrente un gran torero. El Cid le cuajó una faena excelsa. Temple, mando, hondura... torería. Lo que se merecía el toro de Victorino, para el que se pidió con fuerza el indulto. Locura en los tendidos cada vez que El Cid montaba la espada. Hasta dos avisos sonaron antes de una estocada que le valió dos orejas de ley. Si el indulto planteó dudas al usía, la vuelta al ruedo fue incontestable, pues se había vivido la fiesta del toro bravo. Ante el carbón y fiereza del quinto estuvo firme y valentísimo, jugándosela sin cuento. La espada frenó el remate a su excelente tarde.
Abrió el ciclo mateo un Curro Díaz pleno de sensibilidad y ritmo ante el fino y noble primero. Oreja de peso. Lo intentó con el distraído cuarto (silencio).
Paco Ureña despachó con algún apuro al complicado tercero y aprovechó más de lo que le ofreció el sexto.

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