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jueves, 29 de septiembre de 2016

Simón Casas: «Es vital atraer nuevos públicos a la plaza de toros de Las Ventas»


El productor francés avanza en una entrevista con ABC sus proyectos en la primera plaza del mundo 

Simón Casas, durante la entrevista con ABC
Simón Casas, durante la entrevista con ABC
ANDRÉS AMORÓS Madrid

Pocas horas después del anuncio oficial de que ha ganado el concurso para la Plaza de Las Ventas, Simón Casas, el nuevo empresario, habla para ABC.

—El 16 de julio de 1967, en una novillada nocturna, usted cortó una oreja a un novillo de Enriqueta de la Cova, en ese mismo ruedo que ahora va a regir. ¿Qué queda de aquel joven?

—Queda mi pasión por la Tauromaquia, que nunca ha disminuido. Entonces, se me veía como un joven francés, algo casi impensable, en un torero. Llegué a tomar la alternativa, en Nimes, mi ciudad natal, el 17 de marzo de 1975. Esa misma noche, decidí retirarme. Como torero, no tenía las cualidades necesarias para ser figura y yo siempre he tenido espíritu ganador.

—Decidió hacerse «productor», más que empresario taurino.

—Era la forma de seguir viviendo mi pasión y de hacerla llegar a los demás. Como los productores cinematográficos, se trata de imaginar y poner los medios para que se haga realidad un gran espectáculo, muy atractivo para los públicos. Pero, desde aquella novillada nocturna, siempre soñé con poder dirigir la Plaza de Las Ventas, la corona de la Tauromaquia.

«Desde que debuté de novillero soñé con poder dirigir Las Ventas, la corona de la Tauromaquia»
—Un gran erudito francés, Noël Salomon, defendía siempre que, en cualquier arte, hay que hablar de «los públicos», no sólo del público, como algo unitario.

—Ésa ha sido una constante de mi trabajo, siempre: dirigirme a los distintos públicos de la Tauromaquia. En arte, todas las sensibilidades son respetables: se suman, no se excluyen. Unos prefieren ver la lucha con un toro fuerte, al que hay que dominar; otros, la emoción estética del ritmo y la cadencia. Las dos cosas forman parte de la Fiesta. Amar a Picasso no significa que no apreciemos a Leonardo o Rafael.

—Cree que los toros son un arte, forman parte de la cultura.

—¡Sin duda! Siempre lo he mantenido y creo que tengo razón. En la actual coyuntura social y política, es el único camino para defender una Fiesta que posee profundas raíces históricas y es patrimonio del pueblo.

—Algunos políticos actuales no comparten esa creencia; por ejemplo, la acaldesa de Madrid. ¿Qué le diría si pudiera hablar con ella?

—Lo voy a intentar. Se trata, ante todo, de entablar un diálogo. Tengo ya bastante experiencia, en ese terreno. En Francia, cerca del 80% de la población es indiferente o contraria a los toros. Siempre he defendido que la Tauromaquia posee una legitimidad artística y cultural, forma parte del patrimonio histórico de ciertos pueblos; además, naturalmente, de los valores turísticos y económicos que aporta a la comunidad. Un político debe escuchar y tener en cuenta a todo su pueblo, a todas sus sensibilidades, no querer imponer la suya personal.
«Me encantaría hablar con Iglesias y Carmena para explicarles los valores de la Fiesta»
—¿Extiende eso a los líderes de Podemos?

—¡Claro! Me encantaría hablar con Pablo Iglesias: no para pedirle nada, para explicarle los valores de la Tauromaquia, como expresión de una parte de nuestro pueblo. Muchas actitudes contrarias a la Fiesta nacen de los prejuicios y del desconocimiento.

—Bajemos a lo concreto. Pretende hacer más atractivos los carteles de San Isidro.

—Así es. Las primeras figuras deben venir más de una tarde, como sucedía antes.

—¿Y si no quieren? ¿Cómo les va a convencer?

—Hay que saber hablar a los artistas con su mismo lenguaje.

—Como hace Zidane con sus jugadores.

—Algo así… Si se les habla desde una pasión compartida, son capaces de comprometerse, de ir más allá de lo que les pediría la comodidad. Lo he demostrado. Ellos saben que nunca he sido un especulador, he reinvertido todo lo que he ganado, en el toro.

—¿No exigirán esas figuras unos toros que no agradan a muchos aficionados madrileños?

—Vamos a buscar ganaderías de calidad, que permitan a cada diestros expresar su personalidad. Atenderemos tanto a los aficionados toristas como a los que prefieren la estética.

—No puede ser que vengan a Las Ventas novilleros que apenas han toreado.

—¡Es un verdadero disparate! Está muy bien que haya Escuelas de Tauromaquia pero, ¿qué hacen los chicos, al salir de ellas? Es absurdo que algunos casi debuten con caballos, en Las Ventas. El maestro Curro Vázquez va a dirigir la nuestra. Además, vamos a crear unas Becas de Futuro, garantizando a los seleccionados 15 festejos, en otras Plazas.
«Convenceré a las figuras para que vengan más de una tarde, como antes»
—Ha dicho que Curro Vázquez va a ser, también, director artístico. ¿Qué es eso?

—Tengo gran respeto y admiración, como profesional y como persona, por el maestro Curro Vázquez. Además de ocuparse de la Escuela, va a colaborar conmigo en la composición de carteles. Como siempre he dicho, no basta con reunir a unos toros y unos toreros: un buen cartel debe tener un hilo conductor, un sentido, para que atraiga de verdad al público.

—Después de San Isidro, también habrá novedades.

—Queremos recuperar algunos carteles fuertes, a comienzos de julio. Y, luego, festejos nocturnos, todos los fines de semana (jueves, viernes y sábado), a precios baratos, familiares, para un público popular, con la posibilidad de incorporarse a actividades lúdicas.

—Si mi hijo va a Viena, compra las entradas para la ópera desde su casa. ¿Pasará eso en Las Ventas?

—Nautalia nos va a ayudar mucho, con su experiencia como empresa turística. Hay que informatizar la compra de entradas, por comodidad para todos, madrileños o visitantes, y conseguir que los toros formen parte de un paquete turístico.
«Nuestro proyecto incluye una subida notable en publicidad para transmitir a todos qué significa el arte del toreo»
—Si cojo un taxi en Las Ventas, el taxista no suele saber que había toros.

—Nuestro proyecto incluye una subida tan notable en publicidad, con soportes de categoría, innovadores, y en promoción. Hay que transmitir a todos qué significa el arte del toreo, cuáles son sus raíces culturales.

—Supongo que su primer objetivo es recuperar público.

—Es vital atraer nuevos públicos. Si lo conseguimos, se verá que nuestra oferta económica no es disparatada, como inversión, de cara al futuro.

—Y, más allá de los números, hay que lograr una mayor presencia de la Tauromaquia, en la cultura madrileña.

—¡Sin duda! Muchos aspectos de la gestión taurina se han quedado atrás. Hay que salir de la rutina, conectar con nuevas sensibilidades, dinamizar la ilusión del público…

Concluye ahí nuestra charla. Recuerdo yo la respuesta del viejo maestro, al joven que le preguntaba por la estocada: «Sólo te falta una cosa: hacerlo». Eso mismo le deseo yo a Simón Casas. Me quedo con su mensaje último: aporta algo tan necesario como una nueva ilusión. Si la semana próxima, como me dicen, el Tribunal Constitucional estudiara –¡por fin!– el recurso contra la prohibición catalana, sería una feliz coincidencia.

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