* Cortaron ocho orejas en total facilitó la Comisión Taurina
Jorge Cepeda
La tarde tuvo entre telones y comentarios, sobre todo con una Comisión Taurina que facilitó todo para que el público que asistió salieran unos contentos y otros contrariados con lo que habían visto.
Vamos por partes:
Primero se anunciaron los Miembros de la Comisión Taurina por los altavoces de la plaza como si fuera un reinado, afeando el espectáculo; como se dice en los toros: "...dándose coba", qué pena.
La segunda fue que la corrida comenzó pasadas las cinco de la tarde.
La corrida en sí, fue un encierro de los Ramírez, pareja de presencia y que dieron buen juego, donde se cortaron ocho Orejas, cuatro simbólicas con dos indultos: Los lidiados en tercero y cuarto lugar; además, el quinto de vuelta a los despojos.
Los trofeos se otorgaron de la siguiente forma:
Rafael Orellana, de Nazareno y oro: Palmas, 2 orejas simbólicas tras indulto y 2 Orejas.
Esau Fernández, de sangre de toro y oro: Oreja, 2 Orejas simbólicas tras indulto y oreja.
Una excelente entrada: tres cuartos del aforo en los tendidos
.
Previo al paseíllo Rafael Orellana fue objeto de reconocimientos con obsequios por su corrida número cien.
Los toros indultados llevaron por nombre
- Industrioso No 243 de 430 Kgs y
- Jinetero No 226 de 446 Kgs.
Rafael Orellana
Lo sujetó bien con un buen puyazo y quite de Esaú en los medios. Orellana poco le hizo a un toro que le incomodó, se le arrancaba de pronto aunque le dieron la música; pero su faena no fue corta, el astado se defendía al final del muletazo. Con espadazo lo despachó para oír palmas.
Con su segundo toro, negro chorreado, lo recibió con suaves lances pero toro distraído que recibió un puyazo. Se dio un quite donde salió atropellado el venezolano. A la muleta le brindó el toro a Iván Vivas; comenzó al hilo de tablas por bajo, enseñándole el camino bajando la mano bien y el toro se entregó y le permitió al nacional aprovechar el buen recorrido por el pitón derecho para ligar tandas musicalizadas que calaron en los tendidos; en un desplante de valor lanzó los trastos y se vino arriba el burel acusando una excelente nobleza que s ls postre le dieron el indulto y recibir dos orejas simbólicas.
Con el quinto, un jabonero, el torero del patio lo llevó a los medios y luego para un puyazo; tomó las banderillas Orellana y Piedrita, dejando pares arriba ambos. Brindó su faena a Jesús Rondón Nucete y se fue a los medios para recibir de hinojo; estuvo con su público en todo momento; le dio un trasteo con adornos y desplantes para despachar con estocada entera de efecto fulminante para dos orejas .
Contradictorio con el empresario que trajo el rabo del destazadero y un aficionado paseó por la periferia con el torero.
Esaú Fernández
Su primero le correspondió un toro negro largo; lo recogió con larga cambiada de rodillas y verónicas. Con muleta estuvo con mucho oficio; lo fue consintiendo para ligarle tandas de derechazos en los medios hasta por la música; con mucho dominio fue ligando su faena para culminar con estocada arriba para una oreja.
Con el tercero, el español estuvo bien con el capote; verónicas suaves y le ganó terreno llevándolo a los medios. Le señalaron la vara. Con muleta no tenía mucho recorrido pero sí nobleza lo que aprovechó para correr la mano derecho y ligar buenas tandas donde se gustó; toro que era noble pero que nunca ligó una tanda por la izquierda; el público pidió el indulto y se le otorgó.
Con el último, el español invitó a Orellana a un quite a la limón en los medios que el soberano les aplaudió; con la pañosa mandó y ligó tandas para rematar la faena con una espada que fue suficiente para que le otorgaran una oreja.
Al final del Festejo los toreros y el ganadero salieron a hombros.
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