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sábado, 8 de octubre de 2016

Jorge Isiegas, la ilusión por un nuevo torero aragonés


Corta la única oreja a la novillada de Los Maños en la apertura de la Feria del Pilar 

Jorge Isiegas pasea la oreja del quinto
Jorge Isiegas pasea la oreja del quinto - Fabián Simón
Ángel G. Abad Zaragoza

La primera del Pilar traía un aire aragonés. Los novillos de Los Maños, los santacolomas que pastan en las primeras laderas de los Pirineos, y el novillero Jorge Isiegas, un zaragozano formado en la Escuela de Madrid que se presentaba ante sus paisanos y que a la postre fue el triunfador de la tarde. Le cortó una oreja de mucho peso al quinto, y le pudo cortar otra al segundo de estar más acertado con los aceros.

Una buena tarde de toros ofreció Isiegas. Muy firme, con un concepto clásico del toreo. Siempre dando el pecho y los pies clavados en la arena. No hubo puerta grande, pero sí dejó un gran ambiente entre los aficionados, a los que transmitió la ilusión por un nuevo torero aragonés, que falta hace. Toreó con hondura al segundo, especialmente con la mano derecha. De pitón a rabo los de pecho, y los naturales, enormes de poder, al quinto, que fueron recibidos con pasión en los tendidos.

La novillada de Los Maños tuvo el mejor exponente en el primero de la tarde, de calidad suprema. Así lo entendió Pablo Aguado, que le sopló unas verónicas para el recuerdo, por lo lentas, por su aire del mejor capote. Con la muleta ahí anduvo, sin acabar de acoplarse con tanta dulzura. Muy dispuesto con el cuarto, más exigente. Este novillo arrolló a Azuquita en banderillas y al matador de muy fea manera con la muleta.

El francés Adrien Salenc estuvo despegadillo con el tercero y no acabó de entenderse con el sexto, pese a sus buenos deseos.

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