Rafael el Gallo cogió un taxi de Madrid a París «a golpe de contador»

El taxista se sorprendió cuando el genial torero, que no supo hacerse rico, hizo un viaje de ida y vuelta a Francia

Rafael el Gallo - ABC
 
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Escribió Don Fabricio en noviembre de 1944 en ABC que Rafael el Gallo fue el torero que «ganó millones, pero no supo hacerse rico, siendo esta la más característica de sus genialidades entre las muchas y muy estimables que esmaltan la brillante historia del lidiador excepcional».

Lo plasmó con motivo de un festival a beneficio del llamado Divino Calvo en la festividad de Todos los Santos en Sevilla. El propio Rafael el Gallo se atrevió con uno de Miura, en una tarde que comenzó con Juan Belmonte a caballo. Las reses elegidas, además de la de Zahariche: Félix Moreno, Pablo Romero, Concha y Sierra, Carmen de Federico, Conde de la Corte y Villamarta.

Entre las anécdotas del Gallo, se cuenta una en «El Cossío» de la época en la que Rafael andaba algo escaso de dinero ya retirado. «Un aficionado que trabajaba en un banco de Sevilla le paró para decirle: "Rafael, seguramente que se ha olvidado de una cuenta corriente que tiene usted hace muchos años. No se trata de una cantidad importante, unas tres mil pesetas, pero quizá le interese retirarlas". El Gallo dio un respingo. "No se preocupe, venga al banco mañana y yo se lo arreglaré todo en un momento". Al día siguiente, hechos los trámites necesarios, le entregaron tres mil cuatro cientas pesetas. Con gesto displicente y solemne, separó los cuatro billetes de cien y los dejó encima de la mesa; y como si acabara de acertar un pleno de ruleta dijo: "Para los empleados"».

Genial como su toreo fue una de las anécdotas en Madrid: «Cuando instalaron los taxímetros en los automóviles de servicio público, el Gallo tomó uno y le dijo al chófer con la mayor naturalidad: "A París". "¿Al hotel París?" "No, hombre. A París de la Fransia". E hizo el viaje de ida y vuelta a golpe de contador».

Como dijo el inolvidable torero cuando conoció a Ortega y Gasset, «hay gente pa tó» [de aquí viene la frase].

Partida de nacimiento del Gallo

Un 17 de julio, el del año 1882, Madrid ofrecía datos para la partida de nacimiento de un niño que, al brillar en las filas de la torería, sería tenido por arquetipo de lo sevillano. El documento judicial señala la casa natal, sita en la calle de la Greda, que hoy se llama de los Madrazo. Se derramó sobre la cabeza del neófito agua de la pila bautismal de la parroquia de San Sebastián y se le impuso la sal al propio tiempo que el nombre de Rafael. De estirpe torera sevillana, por el padre, Fernando el Gallo, de raíz gaditana por la madre, Gabriela Ortega, Rafael Gómez, que luego heredaría el alias paterno, fue llevado a vivir a la plaza de Matute, y dos años después, hasta ahora, a Sevilla.

(«Tres cuartos de siglo de Rafael el Gallo», por Selipe, 17 de julio de 1957).