En medio de escaramuzas, transcurrió la corrida en la Santamaría

Al menos 29 personas fueron valoradas por servicios médicos tras los enfrentamientos.

Foto: Guillermo Legaria / AFP

En el parque de la Independiencia, en inmediaciones de la plaza de toros, grupos antitaurinos continuan protestando. 

Momentos de tensión se vivieron en inmediaciones de la plaza de la Santamaría, donde más de 1.000 personas  antitaurinas protestaron la tarde de este domingo contra los asistentes y contra la apertura de la temporada taurina.

Hacia las 7:00 p.m., los manifestantes se comenzaron a dispersar hacia sitios cercanos, como el hotel Tequendama.

Según el reporte de varios testigos, el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), que hizo control de la zona, al parecer arrojó algunas bombas de aturdimiento para dispersar a algunos de los antitaurinos que lanzaron ladrillos y piedras, ubicados en el parque Independiencia en inmediaciones de la plaza.

Según reportes de las autoridades, al menos 29 personas fueron valoradas tras los enfrentamientos, 19 en Puestos de Mando Unificado (PMU) y 10 más en ambulancias. Las personas evaluadas en PMU fueron trasladadas a centros de salud, incluidos 3 policías.

Además de los policías lesionados, un funcionario de la Personería agredido con un ladrillo y varias personas fueron trasladadas al Centro de Traslado de Protección (CTP) por alto grado de exaltación.

No obstante, fueron más los manifestantes protestaron de forma pacífica y trataron de contener a los más violentos.

Entre insultos, empujones y escaramuzas, el ingreso de los aficionados a la 'fiesta brava' fue bajo la protección de la Policía, para evitar que algunos de los manifestantes los agredieran. La salida tuvo que hacerse bajo las mismas condiciones.

Los asistentes denunciaron daños a carros estacionados a las afueras de la plaza. Además, los comerciantes de la zona decidieron cerrar sus establecimientos durante las protestas por temor a sufrir daños similares.

En todas las entradas a la plaza, diferentes grupos antitaurinos se apostaron para manifestarse en contra de la corrida, mientras que grupos de gestión de convivencia del Distrito trataron de evitar que se presentaran agresiones físicas.

A todos los que pasaban con sombrero, bota o elementos alusivos a las corridas de toros, los insultaron y les gritaron.

Entre tanto, los revendedores de boletas aprovecharon para hacer su “agosto” mientras que los comerciantes y vendedores informales de la zona reportaron buenas ventas.

Los grupos animalistas se replegaron por toda la carrera Séptima, desde la torre Colpatria en la calle 26, hasta el Museo Nacional, en la calle 28.