El Club Taurino de Murcia repasa su figura y su obra sobre la Fiesta, desde «Los clarines del miedo» a «Juncal»
Francisco Rabal, en «Los clarines del miedo» - ABC
ABC.ES Murcia
El
Club Taurino de Murcia ,
que preside Alfonso Avilés, dedicará sus tres próximas ediciones de
«Los Martes Taurinos» a la figura del acto Paco Rabal y su filmografía
sobre la Fiesta brava.
Este ciclo, que se llevará a cabo los días 17, 24 y 31 de enero, a las 20:30 horas, tiene como enunciado
«La cultura taurina y Paco Rabal» .
Fuentes
del citado Club han dicho a Efe que durante esos días se procederá a la
emisión de diversos pasajes de las pinturas de tema taurino del
acto de Águilas , que a continuación serán comentados.
El 29 de agosto de 2001, Paco Rabal fallecía por insuficiencia
respiratoria, en pleno vuelo desde Montreal de donde regresaba tras
recoger un premio. A lo largo de su carrera trabajó en cine y teatro y
su talento fue reconocido por múltiples galardones entre los que se
encuentran
un Goya y una Palma de Oro de Cannes. Entre sus películas de mayor éxito se encuentran «Los santos inocentes», «Goya en Burdeos» o «La guerra de Dios».
Involvidables
«Los clarines del miedo» o la
serie «Juncal» , protagonizada por Rabal, como José Álvareza. Juncal dejaría sentencias y perlas irrepetibles, frases inolvidables
[estas son, ¡tomen nota!] ,
entre ellas «las prisas para los delincuentes y los malos toreros» o
«hay dos tipos de toreros: los de arte y los de bragueta. L
os de bragueta, a cobrar; los de arte, a acompañar. Y tú tienes que ser torero de bragueta y artista, y acabar con el mundo».
FRASES MÍTICAS DE JUNCAL
1. Las prisas
-Las prisas para los delincuentes y los malos toreros.
-¿Cómo se te pueden olvidar unas bragas? Las prisas que son muy malas...
2. El miedo
-A
las cosas hay que llamarlas por su nombre. Y al miedo se le dice miedo,
pero no miedo a la responsabilidad, al fracaso o al público, que es lo
que nos inventamos los toreros. No, miedo al de las patas negras, al que
te quita los pies del suelo, a todos nos ha pasado, maestro, y el que
diga otra cosa miente.
-Yo tenía un amigo periodista que, además
de maricón, tenía muy mala leche. Me enseñó todas las palabras que
quieren decir miedo, así te acostumbras y las espantas, porque lo
conocido no asusta. Tantas veces me las repitió el rollo que terminé por
aprendérmelo de memoria: temor, recelo, rescoldo, aprehensión, cuidado,
sospecha, desconfianza, cerote, medrana, pánico, cangui, canguelo,
julepe, jindama, pavor, mieditis, espanto, terror, susto, horror y
repullo.
3. La muerte
-Cuando sale el de
las patas negras solo tienes oficio, técnina, instinto de conservación y
arte. Y te vuelves loco. Desde Pedro Romero hasta Machaco han sentido
lo tú sientes ahora.
-La muerte está al servicio de los toreros para darle inmortalidad y gloria como los dioses de Roma.
-Ese
era el toro (Lobero) que me tenía que haber matado, porque un torero
tiene que morir en la plaza, y no quedarse lisiado y pobre como yo.
-Cuando
se acerque el aniversario de lo que tú ya sabes Búfalo, no me lleves
flores: llévame el programa oficial de la Feria de Abril.
4. Las mujeres
-José Álvarez Juncal nunca ha retrocedido ni ante un miura ni ante una mujer por muy peligrosa que sea.
-Las
mujeres siempre se meten de parte de las mujeres, sin saber de la misa
la media, y sin saber que nosotros, por razones físicas, tenemos
derechos sobre las becerras de las ganaderías, y no vaya usted a
sentirse aludida con eso de los derechos de las becerras.
-¡Eso son andares, lo demás es joder el suelo!
-¿De todas las mujeres que has tenido a cuál has querido más? ¡A mi madre!
5. El arte
Ante
la frase de «los toreros me parecen, además de ridículos, asesinos»,
Juncal responde: «El mundo entero está rendido a sus pies. Todo gira en
el mundo alrededor de los toros. Los músicos existen para inventar
pasodobles toreros, los poetas para cantar a los toreros, los médicos
para curar a los toreros, los arquitectos para construir plazas de
toros, los pintores para pintar toreros y las mujeres para querer a los
toreros».
6. Tipos de toreros
-Mira, hay dos tipos de toreros: los de arte y los de bragueta. Los de bragueta, a cobrar; los de arte, a acompañar.
-Y tú tienes que ser torero de bragueta y artista, y acabar con el mundo.
-Para ser torero hay que respetar al toro. Respetarlo como a un académico.
-¡Tú no eres un torero: tú eres un taurino!
¿Cómo se pueden olvidar unas bragas? Las prisas que son muy malas
7. Las Ventas
-Con
este viento no se puede torear. Esto es una encerrona Búfalo: ¡si estos
toros no han embestido nunca! ¿Estás viendo cómo echa la cara arriba?
No miro más...
8. El fumeque y el dinero
-Este
billete aunque me muera de hambre no lo gasto por nada del mundo y está
cajetilla aunque muera de ganas de fumar se va al Museo Taurino.
-Me he pasado la vida con un paquete de negro y mil pesetas al día. Y ahora todo el mundo me da dinero.
9. Búfalo y su faena a Bocanegra
-Búfalo, he tomado una decisión heroica: me voy a poner a trabajar.
-Quien tiene un amigo, no sabe lo que tiene.
-¿Me puedes limpiar los zapatos? Es que me tienes que fiar...
-Con los zapatos limpios, parece que ha salido el sol.
-Voy
a escribir mis memorias. Tú sales, Búfalo, sí, tú. Cuéntame lo del
Puerto de San María para refrescar la memoria. «Yo tenía siete añitos
-al habla Búfalo- cuando me llevó mi padre por primera vez a los toros, y
toreaba un torero muy grande, José Álvarez Juncal». ¿Y cómo iba yo
vestido, Búfalo de mi alma? «De nazareno y oro» De luto, por la muerte
de mi madre, que en paz descanse.
Cuando tocaron a matar en el quinto
toro (Bocanegra), ... José Álvarez con la muleta plegada en la mano
izquierda y el estoque en la derecha, llamó al toro y el pegó el pase
cambiado más bonito que está en los escritos... Aquella plaza parecía un
manicomio. Y mi padre me decía: niño a ver si te enteras de lo que
estás viendo, que no lo vas a volver a ver en tu vida. Más despacio que
el paso del Cachorro entró a matar». ¿A que es bonita la muerte de un
toro bravo?
10. La teoría de la reencarnación
-¿Búfalo,
tú crees en la teoría de la reencarnación? Dice que cuando uno se
muere, no se muere, o sea que vuelve al mundo en el cuerpo de otro o de
un animal. Por ejemplo, tú vuelves al mundo de obispo de Lucena. «No me
veo yo de obispo. ¿Y usted qué sería? Matador de toros. Mil veces que
naciera. ¿Y tú? «Su mozo de espadas». Eso quería oír yo.
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