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domingo, 9 de abril de 2017

La Semana mayor, en diez nombres propios

Entre responsabilidades y singularidades personales



Si algo tiene la Semana Santa de Sevilla es que sus verdaderos protagonistas, casi siempre anónimos, son todos los sevillanos. Más los foráneos que no faltan a esta cita anual. Pero está claro que también hay que contar con unos protagonistas de particular relieve. Así lo exigen las responsabilidades en las tareas organizativas, pero también se dan siempre unos matices que también aportan tana relevancia que los singulariza a sus protagonistas. Nuestra Redacción ha seleccionado diez nombres propios que vivirán intensamente estos días. 

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Joaquín Sainz de la Maza: Presidente del Consejo de Hermandades de Sevilla, que se estrena en una Semana Santa. Empresario de profesión, ha sido hermano mayor de la Hermandad de la Esperanza Macarena, pero también está muy vinculado a organizaciones como Manos Unidas, de la que ha sido Presidente. Como Presidente ha tomado la decisión de que por primera vez en la historia el Consejo General se responsabilice de cuanto se refiere al desarrollo de la Semana Santa. Y en mundo que de por sí es complejo, porque deben aunarse criterios y aspiraciones muy diversas, va llevando las riendas del Consejo con autoridad, pero también con flexibilidad.

Juan Carlos Cabrera: El delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, que es quien, dentro del Ayuntamiento de Sevilla, se responsabiliza de todas las tareas planificación y coordinación de los distintos servicios municipales durante oda la Semana Santa. Empreño muy difícil, porque son más 60 hermandades discurriendo por las calles, con inevitables cruces callejeros entre ellas, con una pueblo que masivamente se echa a la calle. Debutó en estas responsabilidades en 2016 y el resultado final resultó mucho más que aceptable. Ahora, con la experiencia adquirida, se ha dado a matizar sus planes de trabajo, para que sin reducir los niveles de seguridad, a los ciudadanos se les causen el menor número posible de incomodidades.

Alberto García Reyes: Ha sido el Pregonero de esta Semana Santa, lo que supone protagonizar el acto público de mayor relevancia de cuantos se celebran en la capital hispalense, aquel  en el que todos se fijan y valoran hasta los detalles más nimios. Pero también, uno de los mayores honores que puede sentir un sevillano que viva las cosas de su tierra. Un pregonero joven, al borde los 40 años, utrerano de nacimiento, periodista de oficio --adjunto al director de ABC de Sevilla--,  escritor por vocación y experto en Flamencología. Puede decirse que sus columnas sobre la Semana Santa sientan cátedra, por la calidad e la prosa y la profundidad de las ideas. Según ha declarado, tras subir este Domingo de Pasión al atril del Teatro Maestranza para decirle a Sevilla su Pregón, se retira definitivamente de este tipo de intervenciones pública, como diciendo que después de haber sido la voz de Semana Santa de Sevilla ya no cabe más.

Marcelino Manzano: El hombre de la Iglesia sevillana para el mundo cofradiero, nombrado en el año en curso por el Arzobispo Asenjo. Su puesto exige, mitad por mitad, una mano ejecutiva y otra diplomática, para alcanzar un objetivo claro: que las Hermandades forman parte y tienen su razón de ser en la vida de la Iglesia. Manzano, párroco de San Vicente y sacerdote muy querido en Sevilla, tiene acreditada una sabia “mano derecha” para tratar cualquier asunto y su buen talante en la relación con las Hermandades y Cofradías. Y como le cunden las horas, aún tiene tiempo de conducir cada semana en la cadena Cope el programa “Espejo de Sevilla”, en el que traslada a sus oyentes los temas de calado de la Archidiócesis.

José Antonio Maldonado: El hombre del tiempo, y con él cuantos se dedican a informarnos del clima que previsto para la jornada. Y es que Sevilla vive esta semana grande mirando al cielo; de hecho, lo que primero que se hace por la mañana es mirar por la ventana para comprobar que perspectivas tiene el día. Por un lado por el patrimonio de arte que se pone en la calle  debe ser preservado, no se puede poner alegremente en peligro.  Pero, por otro, las hermandades está muchas horas en la calle y con muchos nazarenos; también en ellos hay que pensar cuando el tiempo se encrespa. Luego se dan augures locales, que te informan que “si por Huelva viene la cosa mal….”.  Un dolor de cabeza para las Juntas de Gobierno. Y para todos los nazarenos, que llevan un año entero esperando que llegue su día. Por eso, la figura del hombre del tiempo es una de las más solicitadas y en las que más se confía.

Manuel Marvizón:  es uno de los músicos de referencia en el panorama actual de las marchas procesionales, siendo sus composiciones de las más interpretadas. En 2017 ha sido el elegido por el pregonero para que en el acto se interprete por primera vez  su marcha  Esperanza de Vida”, compuesta expresamente para fomentar las donaciones de órganos y dedicada a todos los donantes. Compositor, productor y arreglista,  con mas de 600 obras registradas, está considerado como un avanzado en la música procesional.


Manuel Cuevas: Hay quien le considera en la actualidad  “el rey de la saeta para los sevillanos”. Quizá sea el suyo un reinado compartido, porque saeteros de categoría hay varios más, aunque Cuevas ha tenido momento absolutamente gloriosos, haciendo de la saeta cante grande. De él se ha dicho que tiene “la fuerza de un caballo y canta con mucho corazón”. Quizás por eso, Sevilla, siempre acostumbrada a las emociones fuertes, como las que repartió el Viernes Santo de 2016 en la plaza de la Campana, unos minutos excepcionales.




Antonio Santiago: Todo un modelo de los capataces de Sevilla.  Su manera y su estilo de hacer andar los pasos resulta siempre identificable, porque en eso es único. Cuando va a cumplir 60 años, puede decirse que lleva toda su vida –desde que cumplió 13 años, por ser exacto-- en esta responsabilidad, que aprendió de su padre, otro de los capataces histórico. Desde las vísperas del Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección pondrá en la calle un total de 20 pasos, lo que supone una tarea de no menos de unas 85 horas de tarea. UN trsabajo que debe pesar, pero que tras un invierno que no le fiue nada fácil, ahora le llega su momento de reconocimientos.



Rafael Molina Domecq: a sus tan sólo 13 años y como nazareno de la Hermandad de la Borriquita, le ha correspondido el momento irrepetible de ser el encargado de abrir oficialmente la Semana Santa de este 2017, cuando acercándose al “palquillo” de la Campana pide la venia para iniciar el camino de la Carrera Oficial que conduce hasta la Santa Iglesia Catedral, con esa solemne fórmula de «A Dios por el Amor. La Primitiva Archicofradía Pontificia y Real Hermandad de Nazarenos...». De familia con una raigambre en el mundo de las cofradías, este Domingo de Ramos también tendrá su lado de nostalgia: será su despedida con la túnica blanco con la que acompaña al paso de Jesús entrando en Jerusalén, porque en la siguiente Semana Santa, al cumplir los 14 años, vestirá ya la túnica negra y el cinturón de esparto de la hermandad del Amor, su casa matriz.

José Ángel Toscano:  trompeta en la Sociedad Filarmónica Ntra. Sra. del Carmen, de Salteras, a sus 22 años participará en la final de un prestigioso certamen de música en la capital alemana. Resulta un buen ejemplo del nivel de las bandas que participan en las procesiones de la Semana Santa, que constituyen verdaderas escuelas en el complicado mundo de la música. José Ángel Toscano, joven olivareño de 22 años, que desde los 12 toca la trompeta en la prestigiosa Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen y que recientemente ha ganado un premio en Alemania que le servirá para participar en la final nacional que se celebrará próximamente en Berlín. José Ángel no podrá salir este año junto a sus compañeros del Banda del Carmen en la Semana Santa, puesto que estará preparando el concurso de Berlín.

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