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sábado, 20 de mayo de 2017

Roca Rey conquista Jerez junto a Talavante

El virrey peruano del toreo corta cuatro orejas con petición de rabo y sale a hombros con el extremeño, que destaca al natural 


Roca Rey y Talavante salen a hombros
 Roca Rey y Talavante salen a hombros - Efe

LORENA MUÑOZ Jerez

 
El esperado mano a mano entre dos toreros que despiertan máximo interés se saldó con puerta grande para ambos. Tres orejas para TalavAnte, elegante al natural, y cuatro con petición de rabo para Roca Rey, que conquistó a la afición jerezana en su presentación como matador. El variado plantel ganadero de Zalduendo, Juan Pedro Domecq y Núñez del Cuvillo colaboró en el lucimiento de los toreros. El encierro casi no se picó, así que tuvieron movilidad.

Talavante, que venía de firmar una gran faena en Madrid, recibió al primero con una verónica y un farol, luego a la verónica y por chicuelinas al igual que el quite que remató a una mano con gusto. Por estatuarios inició la faena que pronto cobró importancia con la espaldina mirando al tendido, los cambios de mano, arrucinas y los pases de pecho cadenciosos. Puso al público en pie cuando aguantó sin enmendarse que el toro se parara a mitad del viaje. El fallo con la espada le privó del premio.

Por delantales recibió al tercero al que dejó crudito en el caballo para iniciar con una vibrante y larga serie de rodillas, el último una arrucina. Ya de pie toreó a placer primero con la diestra y después al natural, reposado, con un cuvillo que repitió y humilló pero le faltó emoción. La calidad y el temple los puso Talavante que acabó paseando la oreja.

El quinto se arrancó al peto con prontitud aunque tampoco se empleó al igual que ocurrió con toda la corrida. Lo mejor de Talavante llegó en la muleta, con la zurda. Suyos fueron los mejores naturales de la tarde, sobre todo en una serie muy entonada cuando el toro se lo permitió ya que perdió las manos en varias ocasiones cuando iba a rematar las tandas. Fue una faena larga y de mucha calidad basada en la mano que mejor maneja en la que también citó de frente. La efectiva estocada le dio la dos orejas.

Roca Rey se presentó en Jerez como matador y triunfó con rotundidad. En el primero, al que le cortó las dos orejas, ya tenía la puerta grande asegurada. Lo templó a la verónica ganando terreno e hizo el quite por chicuelinas y tafalleras.Tras brindar al público se llevó un susto cuando intentó dar el pase cambiado por la espalda y no tuvo tiempo de cambiar el viaje.Tras la voltereta se repuso e hizo una faena poderosa con la diestra dando espacio entre series. En el centro del anillo encadenó dos circulares y en cercanías sacó muletazos de mucho mérito. Cerró con una tanda de bernadinas y dejó una estocada caída que hizo rodar al toro de forma espectacular para pasear los trofeos.

Al cuarto de Juan Pedro, que fue protestado en los primeros tercios de la lidia, estuvo a punto de cortarle otra oreja. El público la pidió pero el presidente consideró que la petición no era mayoritaria. Y no lo era porque hubo más voces que pañuelos. Es verdad que la faena fue a media altura por la invalidez y falta de casta del astado pero también que el peruano, que recurrió de nuevo a los pases por la espalda, se pegó un arrimón y puso todo de su parte. Se conformó con saludar la ovación.


En el que cerró plaza salió a echar el resto. Con airosas verónicas lo recibió y con garbo lo llevó galleando al caballo con el capote a la espalda que acabó perdiendo. Dejó pegar unos lances al sobresaliente Caro Gil antes de hacer el quite por gaoneras. Brindó al público y tras una primera serie mandona con la diestra empezó a molestar el viento. Roca Rey mostró su versión de toreo con largura y profundidad. La serie final por bernadinas y manoletinas acabó de entusiasmar al público que le pidió el rabo.



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