El alumno y el maestro

Coliseo de Nimes / MUNDOTORO
 
MICA CRESSENTY > Nimes

Destacaron el alumno y el maestro. Como alumno, Javier Jimenez, que dejó buen sabor en su confirmación en Nimes, y como profesor Ponce, que aplico su sapiencia en la tercera de la Feria de Pentecostés. Ambos cortaron una oreja cada uno de un encierro desigual de Victoriano del Río con el que Roca Rey no tuvo opcion.

El público recibió con mucho cariño a Enrique Ponce, que lidió a un animal manejable. Como molestó el aire, tuvo que firmarle el trasteo en la puerta de toriles. Allí consiguió sacar tandas de mérito que cautivaron al coliseo. Así cortó la primera oreja de la matinal. No tuvo opciones después con el deslucido cuarto. Intentó el de Chiva sacar agua de un pozo seco sin que hubiera opciones.

Javier Jiménez forma parte de esa nueva generación de toreros que quieren abrirse paso y así lo ratificó con el manejable quinto. El sevillano firmó una notable faena al noble animal de Victoriano del Río. Con torería y buen gusto caló en Nimes para cortar una oreja merecida.

Dejó un buen sabor de boca Javier Jiménez con el toro de la confirmación de su doctorado en el Coliseo de Nimes. Ya con el capote gusto al público nimeño toreando muy despacio en un quite por tafalleras. Tras la ceremonia de entrega de trastos de Enrique Ponce, el sevillano firmó una buena faena al noble ejemplar de Victoriano Del Río. La angustia llegó cuando perdió la cara del animal, que hizo por él sin llegar a alcanzarlo. El mal uso de la espada dejó todo en ovación tras aviso.

El tercer animal de Victoriano fue muy exigente, lo que complicó la labor de Roca Rey. El peruano consiguió acoplarse por momentos en una actuación de esfuerzo. Nada pudo hacer con el último de la tarde, un animal manejable pero con escasa fuerza. Por eso fue silenciado.

	Coliseo de Nimes. Tercera de Feria de Pentecostés. Más de tres cuartos de entrada. Toros de Victoriano del Río, de juego dispar.
Enrique Ponce, oreja y silencio; Javier Jiménez, que confirmó alternativa, ovación tras aviso y oreja tras aviso; Roca Rey, silencio tras aviso y silencio