Varias figuras acudieron a la plaza Belmonte de Quito
Una tarde emocionante se vivió
en el ruedo de la Plaza Belmonte cuando decenas de niños concurrieron a
la convocatoria del Club de Aficionados Taurinos que replicó en Quito el
aula la taurina infantil que promueve el Programa Víctor Barrio.
La
intención de esta actividad es promover la fiesta de los toros. Los
pequeños tuvieron ocasión de jugar al toro con las figuras del toreo que
visitan la ciudad a propósito de la realización de la parte central de
la temporada capitalina.
Rafael Rubio "Rafaelillo", Antonio Ferrera, David Fandila "El Fandi", Andrés Roca Rey, Jesús Enrique Colombo, y el torero local Álvaro Samper, agitaron
capotes y muletas, compartieron sonrisas y alegrías con los chiquitines
que se iniciaron en la ejecución de las suertes del toreo de manos de
reconocidos maestros.
Lo cierto es que la
fiesta de los toros en el Ecuador vive mejores tiempos; la proscripción
a la que fue sometida por el anterior gobernante, poco a poco, se
deshace para que resurja la ilusión de reconstituir el aparato taurino a
partir del restablecimiento de las libertades, el respeto a la
identidad cultural, la promoción de la igualdad en la diversidad, la
observación del libre albedrío, el ejercicio de la patria potestad y la
defensa del empleo.
El importante proceso de
recomposición institucional incluye tareas como el ingreso de los
menores de edad a los espectáculos taurinos, la recuperación del último
tercio de la lidia y el restablecimiento de las líneas de comunicación
taurina; hoy por hoy entendidas como las asignaturas pendientes que de
manera urgente debe resolver la industria taurina ecuatoriana.
El
caso es que en la centenaria arena las voces de ¡ole! se repitieron con
los niños dibujando verónicas y derechazos al toro de cartón piedra
conducido por sus ídolos que se vieron contagiados por el jolgorio y la
energía de la niñez quiteña.
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