Anota en tu agenda: cita con Colombia

Luis Alfonso García Carmona      

TAURINO Y COLOMBIANO

El próximo domingo, es decir el 11 de marzo, es tu cita con Colombia. Así como guardamos en la memoria o tomamos nota de nuestros compromisos laborales, de negocios o sociales, grabémonos esa fecha para cumplir nuestro deber con la Patria que decimos amar.

Es que el patriotismo, como la amistad o el amor por los seres queridos, se debe manifestar tanto en los momentos felices como en las horas tristes. Y nuestra Colombia está pasando por el peor momento de su historia o, por lo menos, el más desgraciado que yo recuerde en  mi ya larga existencia. No es solo colocándose una camiseta amarilla o cantando a todo pulmón el himno antes de un espectáculo, como se expresa nuestro patriotismo. Es, sobre todo, defendiendo la Democracia, el Estado de Derecho, el futuro del país, y condenando con nuestro voto la entrega del poder a las FARC, el patrocinio del narcotráfico desde el Gobierno, la corrupción de todos los poderes del Estado, el derroche de los dineros públicos y tantas desgracias que el actual gobierno y sus cómplices nos dejan como legado.

Flaco servicio le prestan a Colombia quienes  prefieran ese día quedarse en casa o los ingenuos que piensan aún que dejando de votar o votando en blanco van a contribuir a la eliminación de los vicios o las deficiencias de nuestro sistema político. No. Eso solo se cambia en el Congreso de la República, sustituyendo sus actuales mayorías corrompidas por el reparto a manos llenas de auxilios y burocracia por parte del sátrapa que nos desgobierna.

Siguiendo los dictados del Foro de Sao Paulo, las FARC,  su aliado Juan Manuel Santos (alias Comandante Santiago), y toda su camarilla de corruptos, pretenderán conservar su predominio en el Congreso para continuar, en nombre de lo que llaman ellos “el posconflicto”, afianzándose en el poder, conduciéndonos hacia el socialismo del siglo XXI,  dejando sin fondos las arcas del Estado y precipitándonos en la mayor crisis económica que hayamos vivido.

Tu voto, igual que el mío, junto con el de los millones de ciudadanos honestos que no transigimos con este macabro plan, urdido a espaldas y contra la voluntad del pueblo manifestada contundentemente en el plebiscito de octubre de 2016, serán el muro contra estas iniquidades que se vienen cometiendo impunemente.

Acompáñame a votar para salvar a Colombia. Démosle nuestro apoyo a quienes durante 8 años se han dejado la piel denunciando todas estas tropelías. Son pocos en la actualidad, pero, con nuestro voto podrán constituir, a partir de ahora, la mayor fuerza política en el parlamento y servirán de soporte al Presidente que elijamos en mayo.