El Juli saludó una solitaria ovación en Aguascalientes
 
Juan Antonio de Labra. Al Toro Mexico 
La corrida de la víspera fue una
 de las más emocionantes de la feria, y la de hoy… la más tediosa. Y así
 pasa muchas veces. Nadie quiere salir de la plaza con desencanto, pero 
como este espectáculo no está programado nada, ni hay guión escrito, 
estas cosas suelen suceder. En este caso, fue de la mano del poco juego 
que dieron los toros de San Miguel de Mimiahuápam.
Y
 con los tres que más o menos permitieron cierto lucimiento, corridos en
 segundo, tercero y séptimo lugar, respectivamente, los tres espadas de 
la terna intentaron revertir esa condición de aburrimiento que permeó a 
lo largo de todo el festejo.
Cuando el rejoneador Luis Pimentel toreó
 al primero de la tarde nadie imaginaba que las cosas no iban a salir 
bien. En ese ejemplar, el caballista de Huamantla estuvo aseado e 
intentó torear con verdad, y consiguió clavar banderillas en distintos 
terrenos, haciendo lucir sus cabalgaduras. A la hora de matar no estuvo 
certero y se vio obligado a echar pie a tierra para concluir su labor.
El primero toro del lote de El Juli
 no fue fácil y el madrileño le buscó las vueltas para meterlo en vereda
 en una faena recia, con pasajes de arrojo que llegaron a conectar 
fuerte con el tendido. Las tandas de redondos y de naturales tuvieron 
enjundia y la gente se lo agradeció. Una estocada trasera y desprendida 
impidió el corte de una oreja.
El quinto era bajo y reunido, fino de cabos, además de acucharado de pitones. Pero no embistió. Se paró demasiado pronto y El Juli no
 sabía cómo corresponder a la solicitud del público de hacerle faena. A 
esas alturas de la corrida, la gente ya estaba desencantada y muy 
distraída.
Otro de los toros potables fue el tercero, un precioso colorado hornero que tocó en suerte a Juan Pablo Sánchez. El
 torero de dinastía lo templó con gran cadencia, tratando de acariciarlo
 en cada uno de sus trazos, ya que el toro tenía calidad pero poca 
fuerza. Y la faena alcanzó un buen nivel artístico pero le faltó más 
duración al toro para que aquello hubiese impactado más en el público.
Su
 siguiente toro desarrolló sentido y a las primeras de cambio cortaba el
 viaje, pues embestía andando y espiando al torero, que no le quedó más 
remedio que abreviar.
Fermín Espinosa "Armillita" brindó al cielo su primer toro en recuerdo de su tío Miguel,
 a quien se rindió un emotivo homenaje antes de iniciar la corrida. Y a 
ese ejemplar, que era un zapatito, lo toreó con suavidad y mimo, pero 
sin calado en el tendido debido a la falta de transmisión del toro. La 
gente comenzó a pedirle que lo matara con prontitud y así lo hizo, de 
manera eficaz.
El séptimo tenía un trapío armonioso y de salida se movió mucho, lo que aprovechó Fermín para recetarle un sabroso ramillete de verónicas que remató con una media preciosa, a pies juntos.
Más
 tarde le hizo un vistoso quite por chicuelinas antiguas, en las que 
giró a favor de viaje del toro con armonía, y también los primeros 
compases de la faena hicieron albergar la esperanza de que el trasteo 
podía revertir el ambiente de desilusión que ya se había apoderado de la
 tarde. Pero el toro se paró y comenzó a defenderse, de tal suerte, que 
ahí no pasó nada.
La gente salió cabizbaja de 
la plaza, recordando la vibración de otras corridas, a la espera, 
seguramente, de que el día de mañana el buen nivel artístico de la feria
 siga su curso. En el cartel están anunciados Enrique Ponce, Octavio García "El Payo" y Diego Silveti, quienes lidiarán toros de Bernaldo de Quirós.
Ficha 
Aguascalientes, Ags. Octava corrida de feria. Casi lleno en tarde muy calurosa. Siete toros de San Miguel de Mimiahuápam, desiguales en presentación, y poco juego en su conjunto. Pesos: 502, 513, 511, 524, 522, 525 y 518 kilos. El rejoneador Luis Pimentel: Silencio. Julián López “El Juli” (sangre de toro y oro): Ovación y silencio. Juan Pablo Sánchez (rosa y oro): Palmas y silencio. Fermín Espinosa “Armillita” (tabaco y oro): Silencio en su lote. Incidencias: Al finalizar el paseíllo se develó un busto de Miguel Espinosa “Armillita”. Destacó en banderillas Ángel González, que estuvo muy eficaz.
Aguascalientes, Ags. Octava corrida de feria. Casi lleno en tarde muy calurosa. Siete toros de San Miguel de Mimiahuápam, desiguales en presentación, y poco juego en su conjunto. Pesos: 502, 513, 511, 524, 522, 525 y 518 kilos. El rejoneador Luis Pimentel: Silencio. Julián López “El Juli” (sangre de toro y oro): Ovación y silencio. Juan Pablo Sánchez (rosa y oro): Palmas y silencio. Fermín Espinosa “Armillita” (tabaco y oro): Silencio en su lote. Incidencias: Al finalizar el paseíllo se develó un busto de Miguel Espinosa “Armillita”. Destacó en banderillas Ángel González, que estuvo muy eficaz.
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