Un azulejo inmortaliza a Iván Fandiño paseando su última oreja en la plaza francesa de Aire Sur L'Adour. Antes de que Provechito le segara la vida el pasado 17 de junio. Las fotografías del torero vasco arropaban el coso en el primer aniversario de su muerte. En homenaje al malogrado León de Orduña, volvían al escenario de la tragedia Juan del Álamo y Thomas Daffau para matar una desrazada corrida de El Tajo y La Reina. Manuel Escribano cerraba la tercia. El minuto de silencio encogió los corazones en memoria de Fandiño. Los acordes de su pasodoble, a la muerte del tercero, sobrecogieron a una plaza que mantiene vivo el recuerdo de Iván en cada rincón.
Manuel Escribano se estrelló con un lote sin ápice de raza. Ante el primero, deslucido y flojo, se entregó en todos los tercios sin fruto ni opción. (Silencio). En cuarto lugar salió un toro vacío y parado, que no tuvo ni un pase. (Silencio).
Thomas Dufau cuajó una notable faena ante el primero de su lote antes de que la espada de papel se llevara por delante el presentido trofeo. (Silencio). EL público francés reconoció su entrega ante un quinto flojo y descastado que se apagó pronto. (Ovación).
Juan del Álamo sorteó en primer lugar a un toro exigente ante el que derrochó mando y firmeza. (Ovación). En el sexto, un toro sin clase ni carbón, el salmantino construyó sobre el oficio una labor sobria y entregada que le valió una segunda ovación.
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