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martes, 5 de junio de 2018

Esfuerzos sin recompensa de Robleño y Bolívar en Madrid

FERIA DE SAN ISIDRO

La corrida de Escolar, interesante, no terminó de romper



Gonzalo I. Bienvenida

Fotos: JAVIER ARROYO 

La corrida de José Escolar se inauguró con un toro zancudo pero no alto, un punto escurrido dentro de su armonía. Se desplazó en el capote de Rafaelillo, que lo paró por verónicas. En el caballo no se empleó de verdad. En banderillas apretó hacia dentro a Oliver y a Mellinas. La emoción de la embestida se diluyó tras el arranque de faena por bajo. En los últimos doblones ya se quedó corto. Cuando se fue a poner el murciano, el toro se le vino derecho. Ni una embestida más regaló. Rafaelillo resolvió con solvencia. Dos pinchazos y estocada.



El segundo de Escolar, de finas hechuras, recordaba al tipo de Victorino Martín. Hocico de rata y la cara hacia delante. Humilló de salida en el capote de Robleño, que ya se había revelado templado en un quite al primero con una media superior. Acudió al caballo y empujó en el primer encuentro.

 Desarrolló calidad dentro de su irregular embestida. La faena de Robleño se contaminó de esa discontinuidad. El inicio tuvo argumentos. Una tanda a derechas mostró la humillación del toro y algunos muletazos tuvieron son. Tras un desarme, Robleño se centró mucho en la faena. Alcanzó momentos de profundidad con el temple mexicano del escolar, que estuvo falto de poder. Robleño continuó por la línea de la verdad, cruzándose mucho en todo momento. La estocada fue corta y tuvo que utilizar el descabello. Saludó la ovación que le tributó el público.


El tercero de José Escolar estaba armado por delante y tenía cuajo, sin exageraciones. Luis Bolívar lo recibió con determinación, el toro hizo lo que después desarrolló: pasó sin humillar. Acudió con fuerza al caballo y empujó en el primer encuentro. En banderillas destacaron Fernando Sánchez y El Jeringa, además de la suave brega de Miguel Martín. La faena fue intermitente. Por el izquierdo apuntó mejor condición el toro de Escolar, al que le faltó siempre recorrido. Bolívar trató de tocarlo con suavidad para ayudarle a embestir. Quedó todo sin definirse. Bolívar se marchó tras la espada con pureza. Un punto desprendida quedó la estocada.

El cuarto de José Escolar fue serio y en el tipo de la ganadería. La expresión, montada y viva. Fue muy castigado en el caballo de Collado tras hacer extraños de salida en el capote de Rafaelillo.

 Llegaba a los capotes y se distraía a mitad de las suertes. Lo mismo hizo en la muleta de Rafaelillo, pero con un punto de movilidad que dio importancia a todo. Cuando tropezó los trastos respondió con violencia. Rafaelillo porfió sin demasiado reconocimiento pese a que el toro reponía con peligro.

Estocada y descabello.

El quinto -de aspecto anovillado y algo escurrido de carnes dentro de que fue largo- no cambió la tendencia de la corrida, que apuntó algunas virtudes pero no rompió a embestir de verdad. En los capotes pasó dormido, sin emplearse. Se orientó mucho tras el tercio de varas como se vio en el quite de Bolívar. Robleño trató de poderlo por abajo, cada embroque fue un agrio examen. El toro medía, exigía, reponía. Robleño buscó la colocación y quiso en todo momento. No fue agradecido al esfuerzo el de Escolar. La estocada quedó perpendicular y acertó al tercer descabello.

El sexto dio espectáculo en los tres tercios. Fue un toro con alzada que enseñaba las palas. Embistió con transmisión al capote de Bolívar, que salió a por todas. Ganó terreno por verónicas. El picador Félix Majada lució el caballo en varas. Bolívar lo dejó largo en tres ocasiones. El toro se arrancó de verdad en una distancia media, no tan lejos. En banderillas lo bordó con el capote El Jeringa y con las banderillas Miguel Martín y Fernando Sánchez, que tuvieron que saludar una cerrada ovación. Con transmisión también llegó a la muleta el toro de Escolar. Por la derecha se coló de forma peligrosa.

 Sin embargo, Bolívar le cogió el aire por el pitón izquierdo. Hubo tres tandas importantes. El toro salía algo desentendido pero tomaba la muleta con tanta importancia que el trazo no se veía deslucido. Cuando volvió a la derecha el toro no había mejorado. Cayó la faena en ese momento.

Bolívar se tiró a matar como si no tuviera muleta casi encima de los pitones. La estocada quedó arriba pero tardó en hacer efecto. Sonaron dos avisos y todo quedó en palmas.

Madrid, martes 5 de junio de 2018. Feria de San Isidro. Toros de José Escolar, desiguales de presentación, encastados pero faltos de entrega. Rafaelillo, silencio en ambos; Fernando Robleño, saludos tras aviso y silencio; y Luis Bolívar, silencio y palmas tras dos avisos. Entrada: Dos tercios.

 Saludaron en el 6º Miguel Martín y Fernando Sánchez -tras parear- y Gustavo Adolfo García "El Jeringa" -tras lidiar-.

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