GRANADA Cuatro buenos toros de Núñez del Cuvillo
MUNDOTORO > Granada
Talavante en plenitud. Con cuatro orejas saldó una tarde de buen toreo en la Monumental de Frascuelo, donde brilló su toreo de improvisación y temple y en la que abrió la Puerta Grande junto a Morante, que firmó un faenón inolvidable al buen cuarto, y junto a Manzanares, que paseó dos orejas del exigente quinto. Tarde de las que hacen afición y en la que se lidiaron cuatro buenos ejemplares de Núñez del Cuvillo, tercero, cuarto, quinto y sexto.
Soberbio fue el saludo a la verónica de Talavante al tercero, con un farol a pies juntos y verónicas de manos muy bajas. Y cumbre fue después el inicio de faena a pies juntos, con un pase cambiado y otro de las flores que hicieron rugir a la Monumental de Frascuelo. Bordó el toreo muy despacioso, y muy torero, ante un bravo toro de Cuvillo, de nombre ‘Rescoldito’, que embistió y y se desplazó largo con mucha transmisión y movilidad. El extremeño lo toreó desmayado, consiguiendo series de enorme temple y relajo, cambiándole el viaje ante un toro que galopaba y que respondió a la exigencia de Talavante en una faena que nunca perdió intensidad y que enloqueció al público granadino. Estocada de libro.
Con temple meció de salida Talavante en un ramillete de verónicas al sexto. Rodilla en tierra empezó de manera extraordinaria la faena con un cambio de mano soberbio y finalizando a pies juntos de pie con un pase de pecho de remate. Improvisación, temple, y magia en las muñecas de Talavante, que cuajó a un buen Cuvillo que marcaba querencia, en naturales de mano baja. Lo dosificó y administró magníficamente, sujetándolo en el centro del anillo llevándolo largo, por bajo y muy despacio, en otra labor cumbre que terminó con ayudados por bajo muy sentidosy un arrebatado pase de pecho como remate. Tras una buena estocada, fue premiado con dos orejas.
No permitió brillar en el saludo a Morante el cuarto, que salía suelto, ofreciendo dificultades en los primeros tercios y apretó hacia los adentros en banderillas. Sin embargo, brindó en los medios Morante la faena al público. Extraordinaria la faena, de inspiración y valentía, ya desde el principio. Hubo torería para sacarse el toro hacia afuera, desde las tablas por alto, con trincherazos, y pases de la firma cumbres. De mano muy baja las series, mandando con la derecha para torear después a dos manos por alto entre las rayas. Soberbio.
Cumbres fueron dos series de naturales, con ayudados por alto, con un Morante muy arrebatado, inspirado que aguantó estoico un parón y la mirada escudriñante de su oponente, tocándole con el pitón la cintura. Así se pasó al toro con enorme ceñimiento, en una labor en la que hubo auténticos carteles de toros al natural. Faena de inspiración, sintiéndose, con el mentón hundido, y en la que hubo también tres derechazos con la cintura partida y el pecho hacia afuera. Estoconazo. Dos orejas, que se antojaron premio escaso, porque Morante merecía también el rabo.
Morante saludó al primero con extraordinarios lances de recibo, especialmente dos verónicas y una media, eternas, marca de la casa. Tras un templadísimo galleo por chicuelinas al paso para llevarlo al peto con mucha torería, el toro apuntó justeza de fuerzas tras su paso por el caballo. Esa falta de fuerzas se incrementó al comenzar la faena a pies juntos por alto. Abrevió Morante tras ver a su oponente claudicar ya desde el principio. No tuvo opción y se fue a por la espada.
Manzanares fue premiado con dos orejas por una entonada labor ante el bravo y exigente quinto. El estocadón recibiendo para dar muerte a su oponente fue clave para la concesión del segundo trofeo.
Antes le dio la réplica a Morante a la verónica y toreó con templadísimos lances a la verónica de manos muy bajas para saludar al segundo, que tuvo calidad de salida. Sin embargo, su falta de fortaleza hizo que fuera devuelto a los corrales. Justo de fuerzas también resultó el sobrero de Manuel Blázquez de salida y no ofreció facilidades durante los primeros tercios, esperando mucho en banderillas. Tampoco quiso romper hacia adelante en la muleta del alicantino, que intentó llevarlo a media altura en una faena de voluntad en la que no tuvo opción ante un animal parado, falto de celo y a la defensiva.
Monumental de Frascuelo de Granada. Cuarta de la Feria del Corpus. Dos tercios de entrada. Toros de Núñez del Cuvillo, el segundo como sobrero de Manuel Blázquez. De buen juego tercero, cuarto, quinto y sexto, con matices. flojos primero y segundo. | ||
Morante de la Puebla, silencio y dos orejas; José María Manzanares, silencio y dos orejas; Alejandro Talavante, dos orejas y dos orejas. |
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