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sábado, 10 de noviembre de 2018

La Fiesta de los toros puede ser reconocida patrimonio inmaterial por la Unesco



Encabezada por México, la propuesta debería partir de varios países

Juan José Padilla, en la Monumental de México

Juan José Padilla, en la Monumental de México - Efe


Una de las grandes aspiraciones de los aficionados españoles, que la Fiesta sea declarada por la Unesco como integrante del Patrimonio Cultural Inmaterial, es algo perfectamente posible: lo confirmó Francisco López Morales, en el II Congreso Internacional de Tauromaquia de Murcia, organizado por el Ministerio de Cultura. (La Iniciativa Legislativa Popular, promovida por el inolvidable Luis María Gibert, logró más de quinientas mil firmas para que así fuera reconocida la Tauromaquia, por ley, en España. Desde entonces, el Estado, las Comunidades y los Ayuntamientos no sólo pueden sino que están obligados a defenderla y promoverla, como parte de nuestra cultura).

Fue un acierto de los organizadores invitar a este gran experto, director de Patrimonio Mundial del Instituto de Antropología e Historia de México. Resumo los datos esenciales de su interesantísima ponencia y del diálogo posterior que con él mantuve.
Francisco López Morales
Francisco López Morales
1/ Del año 2003 es la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial; en el 2008, la ratificó la Asamblea de la Unesco, para el «Patrimonio vivo». México ha sido el primer país que ha completado su Inventario Nacional (2010), compatible con el respeto a los derechos humanos, tal como están regulados en cada país.

2/ No sería imposible, a medio plazo, una declaración favorable de la Unesco, si se trabaja con cautela, evitando confrontaciones, sin «pisar callos» inútilmente.

3/ Para lograrlo, la gran baza sería que la propuesta procediera de varios países. Así sucedió con la cetrería, que también posee aspectos polémicos pero fue aceptada, al ser propuesta por países árabes y occidentales. En el caso de la Tauromaquia, obviamente, deberían apoyarlo España, Francia, Portugal y los cinco países hispanoamericanos en los que está muy viva, con una riqueza y pluralidad de manifestaciones populares inmensa, que en España apenas se conocen.

4/ No sería decisivo quién encabezara esta propuesta. ¿Podría ser México? ¿Por qué no? Ha dado ya los primeros pasos.
5/ Es fundamental adoptar el vocabulario que mejor acepte la Unesco: algo plural, que aluda a una tradición viva. Propuse yo el título del estudio clásico de Ángel Álvarez de Miranda, «Ritos y juegos del toro». El doctor López Morales prefiere «Fiestas tradicionales en torno al toro».

6/ Para avanzar, España debería ponerse ya a trabajar: realizar su inventario, adoptar el vocabulario adecuado, promover reuniones para coordinarse con los otros países afectados.

7/ Si se consiguiera, no tendría efecto legal inmediato pero sí supondría un respaldo moral definitivo.

Como se ve, no se trata de ninguna utopía sino de una propuesta concreta, hacedera, nacida del conocimiento y la amplia experiencia. Para llevarla a la práctica, hay que prescindir de complejos y hacer lo mismo que decía mi amigo Manolo Vázquez, como condición para ser torero: «Querer, de verdad». ¿Está dispuesto a eso nuestro Ministerio de Cultura?

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