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viernes, 30 de noviembre de 2018

Portugal baja el IVA de las corridas de toros del 13% al 6%



Los comunistas se aliaron con los conservadores y el Gobierno socialista sufrió un duro revés

Plaza de toros de Campo Pequeño, en Lisboa
Plaza de toros de Campo Pequeño, en Lisboa - Efe

Francisco Chacón

Portugal acaba de aprobar la reducción del IVA de las corridas de toros y de los espectáculos al aire libre (como los festivales) del 13% al 6%, en una medida que llega después de los datos que hablan de un incremento de los espectadores en el caso de las ‘touradas’, como se las conoce en el país vecino.
Se da la circunstancia de que la votación en el Parlamento salió adelante gracias a una insólita alianza de los comunistas con los dos principales partidos conservadores: el PSD y el CDS. Es decir, un duro revés para el Gobierno socialista, que vio cómo la división crecía en su seno y solo el Bloco de Esquerda (equivalente a Unidos Podemos) permanecía a su lado.

Los días previos habían estado precedidos por unas polémicas declaraciones de la nueva ministra de Cultura, Graça Fonseca, quien dijo que “las corridas de toros no representan una cuestión de gusto sino de civilización”. Esas palabras se volvieron en su contra y no sentaron nada bien en el Partido Comunista, teórico aliado de los socialistas en el Ejecutivo, aunque no se trata de una coalición y, por tanto, rompe la fidelidad cuando lo estima oportuno.

El documento aprobado refleja: “Pasan a estar en la lista del IVA reducido los espectáculos de música, danza, teatro, cine, circo y tauromaquia. Quedan exceptuadas las entradas de espectáculos de carácter pornográfico u obsceno”.

En un país donde el toro no muere en la plaza (salvo en Barracos), el Partido Socialista pretendía bajar el IVA de todos esos espectáculos, no así el de las corridas de toros, que preferían dejar en el 13%. El Bloco de Esquerda, por su parte, quiso apostar por una subida: pasar del 13% al 23%, en su estrategia por no promover esta tradición tan arraigada. Pero le salió mal la jugada debido al papel clave de los comunistas, sin complejos para defender las corridas de toros por motivos culturales y hasta turísticos.

Para colmo, 40 diputados socialistas votaron en contra de los planes expresados por su propio partido, toda vez que el asunto estaba fuera de la disciplina de sufragio que suele imponerse en otros casos.

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