El marrón de las obras de Las Ventas, para el que venga

ZABALA DE LA SERNA

Siguiendo esa tradición no escrita en el mundo del toro de que hasta después de la Navidades no curra ni Dios, es de suponer que el empresariado taurino ya ha empezado a trabajar en la confección de carteles de 2019. El otoño-invierno les ha dado para acudir a la llamada de Simón Casas en torno a la hoguera de ANOET. Que aglutina el 90% de los organizadores de espectáculos taurinos. Y ya.

Otros años, por estas fechas, ya había runrún de esbozos, contactos y, por supuesto, Valdemorillo.

Pero sabemos las ganaderías de San Fermín y poco más. Bueno, sí, que en Bilbao han sido incapaces, o no han querido, o no se han entendido -mar de fondo entre el Ayuntamiento y la Junta-, sacar un pliego para un nuevo modelo de gestión de Vista Alergre y que en Madrid el PP va a anunciar candidato a la Comunidad y el proyecto de obras (sic) -del que sólo se conoce la cifra presupuestada- va a volver al limbo. Que es donde jurídicamente habita la Monumental. Lo de la "primera fase" fue colgarle un título a la chapucilla de las andanadas -una escaramuza para ganar tiempo- que dormía en un cajón desde los tiempos de Abella. Se va a mantener todo bien parado en periodo electoral. Y el marrón para el que venga. Que es más gordo de lo que piensan.

¿Qué tenemos pues? El cartel de invierno de Carabanchel -23 de febrero, El Cid y Emilio de Justo, que ya le podían haber marcado un inicio de temporada más acorde con la categoría de la anterior, y tres ganaderías:Victorino Martín, Puerto de San Lorenzo y Parladé- y las fechas que publica Mundotoro: el atracón de mayo con Sevilla y Madrid -del 1 de mayo al 16 de junio- es de nota después de un mes abril prácticamente vacío. Olivenza viene el fin de semana del 8 de marzo, el mismo en el que comienza la feria de Fallas. Castellón cae después del lío fallero y lo demás ya se encaja como siempre. Salvo lo de mayo. Que trae correa.