“Ha sido una decisión muy difícil de
aceptar para mí”, admite el salmantino, cuyo puesto en la cuadrilla de
Perera será ocupado por Vicente Herrera
APLAUSOS
El banderillero Guillermo Barbero dice adiós a los ruedos. El torero salmantino se ha visto obligado a tomar la decisión de abandonar la práctica activa del toreo como consecuencia de una patología que padece desde hace varios años conocida como la enfermedad de Menière. Según informa el equipo de prensa de Miguel Ángel Perera -a cuyas órdenes actuaba hasta ahora-, se trata de un trastorno del oído interno que provoca una fuerte sensación de vértigo y de presión, lo que entraña un serio riesgo a la hora de ejercer su profesión por la evidente pérdida de facultades que puede llegar a provocar en la persona.
A pesar de que lleva varios años ya tratándose de esta patología y bajo un riguroso control médico, Barbero ha sentido agravados en los últimos meses los síntomas de esta enfermedad, lo que ha llevado a los doctores que le atienden a recomendarle su retirada de los ruedos. De hecho, el subalterno ya no pudo participar en la lidia del segundo toro del lote de Perera la tarde del 12 de octubre en Zaragoza al sobrevenirle en la misma plaza los efectos de esta dolencia.
SEGUIRÁ EN EL TORO
“Ha sido una decisión muy difícil de aceptar para mí. He tratado de resistirme y de ver con los doctores la posibilidad de seguir compatibilizando el tratamiento con mi profesión, hasta que te hacen ver el riesgo real que asumes y entiendes que lo mejor es parar”, explica a través de un comunicado Guillermo Barbero, quien asegura que seguirá ligado al mundo del toro “de un modo u otro, porque el toreo es mi vida desde que entré en la Escuela Taurina de Salamanca y me hice profesional en 1996”.
A quien primero trasladó su decisión fue, como es lógico, a su matador, Miguel Ángel Perera, con quien le une una relación personal muy estrecha más allá de lo profesional y a cuya cuadrilla pertenece desde hace catorce temporadas. “El apoyo de Miguel Ángel ha sido determinante desde que se lo comuniqué. Como es habitual en él, se ha volcado conmigo y me lo está poniendo todo muy fácil”, reconoce Barbero.
Su lugar en la cuadrilla de Perera lo ocupará Vicente Herrera, subalterno madrileño que es profesional desde 1998 y que ha estado a las órdenes, entre otros toreros, de Alberto Elvira, El Payo, Juan Bautista y Sebastián Castella.
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