ENTREVISTA El Soro relata su calvario desde el Hospital
Vicente Ruiz El Soro / ALBERTO DE JESÚS
MARIBEL PÉREZ > Madrid
Lleva lidiando al toro más difícil de su vida desde que hace seis meses una infección en la pierna de su prótesis le llevara al Hospital Clínico de Valencia, donde desde entonces está pasando un auténtico vía crucis. Frente a ese calvario de dolor lucha incansable el diestro Vicente Ruiz El Soro, que en todo ese tiempo está siendo sometido a un fuerte tratamiento antibótico procedente de Estados Unidos que aniquile definitivamente ese virus. Los médicos han fijado como límite la fecha del próximo 20 de enero. ‘Hay un grave riesgo de que haya que amputar la pierna’, y ‘si ese día los resultados no son positivos, los médicos tendrán que tomar una determinación’. En esa angustiosa espera vive el torero de Foios, que se encomienda a Dios y a la ciencia para ‘acabar de un certero espadazo con este toro marrajo y poder pegar quince pases a la vida saliendo triunfante’.
Así lo cuenta el propio torero desde el Hospital: ‘Estoy pasando lo que no te puedes imaginar… Estuvieron a puntitito de cortarme la pierna… A puntitito. Y ahora, como tengo tan poco riego debido a las cornadas y operaciones, hay un grave riesgo de que haya que amputar la pierna. Estoy batallando muchísimo con unos problemas tremendos. Este año lo he pasado fatal. Primero me dio un infarto y anteriormente, tres anginas de pecho el año anterior. Me tuvieron que operar y me pusieron un stern en el corazón y por el cateterismo que me metieron por la ingle por ahí me entró la infección donde tengo la prótesis’.
‘Me están administrando un antibiótico que viene de Estados Unidos, muy fuerte, que es como una bomba, que vale mucho dinero, y es muy costoso, incluso hay gente que me está ayudando. Todos los días me lo ponen en el gotero para ver si remite la infección. Si de aquí al día 20 ésta no remite, habrá que tomar una determinación. No sé lo que va a pasar, si habrá que quitar la prótesis, si habrá que amputar… No quiero ni pensarlo… Lo que Dios quiera, estoy en las manos de Dios. Tiene que ocurrir un milagro para salvar la pierna’.
Por eso el 20 de enero será vital para El Soro. De no remitir la infección, será intervenido de nuevo: ‘El día 20 me dirán cómo está la cosa. Todo lo que se está haciendo es para salvar la pierna. No te puedo decir nada más hasta entonces. Por la cantidad de medicamento, si me vieras, ahora tengo el gotero puesto y no te puedo decir nada más. Están luchando, combatiendo el virus este, la infección, a ver si lo pueden exterminar a base de antibióticos, si no, tendrán que pasar el bisturí y ya no sé lo que puede… Ya no me quiero imaginar lo que puede pasar’.
‘Si hay que operar, me pongo en las manos de Dios, porque puede pasar cualquier cosa, -continúa el diestro-. Por dos razones: primero porque no tengo suficiente riego por las cornadas y cicatrices. Esta pierna está operada 37 veces, y llevo doce cornadas en ella también.
Imagínate, aquello parece el mapa mundi, parece que te han cortado con un hacha por varios sitios. Pero estamos esperando al día 20 a que lo que diga Dios y la ciencia. Estamos en manos de la ciencia. A ver qué pasa. Yo soy un hombre de fe, y como hombre de fe, me agarro al milagro. Me estoy cuidando muchísimo, pasando muchos dolores y con ese riesgo de amputación. Eso es lo que hay que procurar evitar y ahora estamos un poquito en manos del destino de la ciencia y de Dios’.
La vida de El Soro ha sido una lucha titánica y permanente enfrentándose a decenas de cornadas y hasta sesenta y siete operaciones. Asombra su fortaleza: ‘Llevo detrás 68 operaciones entre cornadas, esta pierna sería 39 si entro ahora, y todo esto son de cornadas, más las restantes, serían 68 operaciones. Todo con anestesias generales. No sé como decirlo, pero podría decirse que tengo el récord Guinnes de cornadas y de operaciones. Es mucho, y además tengo el corazón bastante delicado. Estoy tomando Simtron y ya está uno bastante… En fin, pero creo que la la ciencia, la fe, las ganas de vivir y que Dios conmigo y un milagrito de la Virgen de los Desamparados siempre puede surgir. Sobre todo creo en la ciencia y en Dios y en las manos del Doctor Cavadas, que es un científico de la cirugía y hace milagros, en cuanto que pone rostros, piernas, es un genio. Si es capaz de poner la pierna de un cadáver a un ser humano, él hará todo lo posible para evitar que me la amputen, y será capaz de poder salvarme la pierna, ¿verdad?. Es una auténtica eminencia y vamos a salir’.
Aguardando el día D, el torero valenciano mira hacia adelante con esperanza: ‘Llevo en el Clínico desde agosto entrando y saliendo y batallando mucho con la salud. Ayer salí, porque en los hospitales se cogen virus y como estoy en un proceso bastante alto en cuanto a contagio, me tienen un poquito desconectado, me han hecho pruebas en la médula, nucleares, un montón y así estoy, batallando mucho, pero con muchas de vivir. A los Reyes le he pedido que me traigan salud. Sigo haciendo el programa de radio Toros con El Soro, tengo mucha ilusión de empezar un programa de televisión que se va a llamar De Toros. Estoy tirando para adelante. Soy una persona que tengo mucha raza y mucha casta, me crezco ante el castigo y tengo ese tranquito más que tenían los toros de Nuñez, y me vengo arriba. Pero estoy pasándolo un poquito apretaíto, pero ya ves, a ver qué pasa. A ver si el toro este marrajo que me ha tocado manso y descastado puedo acabar con él con un certero espadazo y Dios me regala un toro bueno, artista y que le pueda pegar quince pases a la vida y poder salir triunfante’.
Muchas han sido las muestras de cariño y ánimo que ha recibido El Soro durante todo este tiempo. Las últimas, en forma de vídeo por parte de figuras como El Viti, Paco Camino, Curro Romero, Pepe Luis Vázquez, Juan Mora... Para todos ellos, El Soro tiene unas palabras de agradecimiento: ‘He recibido vídeos preciosos de Curro Romero, Pepe Luis Vázquez, Juan Mora, Vicente Barrera… Hace un momento me han llegado otros de El Viti, de Paco Camino, preciosos también. Otro maravilloso de José Fuentes, pobrecito… que me dice que vamos a celebrarlo los dos toreando una becerrita en el campo, y que vamos a mejorarnos. Quién sabe, ¡Bentido sea Dios!, quién sabe, ojalá fuera cierto, sería un milagro, y avisaríamos a todos los medios, porque si él se escapa del ictus y yo del riesgo de amputación, sería un momento precioso para reunirnos y estar un ratito juntos. Por lo menos la ilusión, la fe y la esperanza no la perdemos, que la esperanza hay que tenerla siempre presente. Hay que luchar y yo soy valiente, estoy preparado para todo, lo que pasa que claro, yo quería tener una vejez tranquila y a veces se complican las cosas. Quiero dar las gracias a tantas figuras del toreo de España y América que no paran de llamarme y de darme ánimo, Fuerza Soro, me dicen. Les agradezco a todos los maestros a todos, todos, mi gratitud y mis ganas de luchar que tengo, ellos son parte de que va a salir todo bien’.
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