Ismael del Prado
De la Pascua a la Vendimia. De marzo a septiembre. Francia volvió a vertebrar una temporada redonda, llena de sabrosos argumentos para una afición que sigue multiplicando exponencialmente su crecimiento tanto en taquilla como en la calidad del espectáculo. Arles, Nimes, Dax, Mont de Marsan, Bayona... En todas hubo argumentos mayúsculos para atraer al público a los cosos, para 'avivar' la buena salud de su Tauromaquia. Y, un año más, al frente de dicho Olimpo, dos colosos: Juan Bautista y Sebastián Castella.
El 2018 pasará a los Anales como el último de una rivalidad histórica, ya que -a expensas de su último paseíllo en la Goyesca de Arles de 2019- Juan Bautista optó por poner el punto y final a su carrera. La inmensa pérdida de su padre, el empresario, rejoneador y ganadero Luc Jalabert, el pasado 27 de marzo, 'encaminó' a Bautista a tomar la decisión más dura. Un adiós que no impidió demostrar al diestro su condición de máxima figura del toreo galo. Por ejemplo, en la Goyesca de la Feria del Arroz, donde logró tres trofeos.
Esa misma tarde Castella también cortó dos. Y es que la pugna con Castella por ese cetro fue cruenta. La cúspide de la misma llegó en Nimes. Vendimia mediante. En una matinal histórica, en la que Sebastián Castella paseó cuatro orejas y un rabo, mientras que Bautista le acompañaba por la Puerta de los Cónsules, tras cortar otras cuatro, en una despedida histórica. Lea Vicens, número uno a caballo en Francia, se sumó a la fiesta sumando dos orejas más.
Fue un ciclo de emociones fuertes, porque -además de una interesantísima corrida de Victorino Martín en tarde de triple confirmación para Chacón, en hombros, De Justo y Moral- también en horario matinal, sólo 24 horas antes, Toñete hacía de su alternativa la ceremonia soñada al salir también por la de los Cónsules. Su padrino, Enrique Ponce, daba la enésima clase magistral indultando a 'Devoto', excepcional astado de Toros de Cortés.
No fue el único toro que regresó al campo en el 2018 en Francia después de derrochar su bravura en el ruedo. Así, el 1 de abril, Andy Younes lograba el perdón para 'Lastimoso' de Jandilla tras cuajarlo de principio a fin. Meses más tarde, en Dax, Ginés Marín firmó una faena llena de temple y profundidad en simbiosis perfecta con 'Lebrero', de Santiago Domecq, al que se otorgó también el indulto.
Otros dos nombres propios a destacar en este 2018 en Francia son dos jóvenes llamados a abrirse paso en el circuito de ferias. El primero de ellos, Juan Leal, de hecho, ya lo está consiguiendo. Amén de repetir aldabonazo con la de Miura en tarde heroica en Bilbao, Leal mató hierros de todos los encastes y condiciones. De Dolores Aguirre a Partido de Resina, con la que cortó una oreja en Nimes, pasando por los serios 'Valverdes' en Istres, donde colocó tres en su esportón. Sin embargo, su mejor tarde llegó en Beziers, donde recogió idéntico número de orejas de una seria y exigente corrida de Pedraza de Yeltes.
El otro nombre al que conviene seguir la pista es el novillero Adrien Salenc. No sólo regresó triunfante -tres orejas de los utreros de Valdellán- al mismo Calasparra en el que cayó herido el año anterior, sino que, sobre todo, evidenció una franca evolución en su concepto, que le permitió hacer pleno con su lote de Virgen María en Istres, además de desorejar a un novillo de Los Maños en Bayona. Sin olvidar sus toques de atención en Arles y Nimes: ora Pentecostés, ora Vendimia.
Por último, en el capítulo amargo, hay que lamentar la dureza del tremendo 'cornalón' sufrido por Thomas Joubert en Bayona de un burel de Robert Margé. Aquel 1 de septiembre, las noticias que llegaban de Francia eran preocupantes. Y la noticia, como el reguero de sangre que el francés derramó por el callejón del coso galo, corrió como la pólvora por todo el orbe taurino. Una gravísima cornada 'con arrancamiento de arteria femoral y herida en la vena del mismo nombre'. Por fortuna, los médicos lograron obrar el milagro.
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