Yoann Meurs es un guía turístico francés que trabaja en el mítico coso taurino madrileño contando la historia del lugar y en qué consisten las corridas de toros
María Salas Oraá Madrid
Yoann Meurs, francés de 33 años, llegó a España hace seis para trabajar como guía turístico en la Plaza de Toros de Las Ventas, visitada por más de 90.000 turistas al año. Es un apasionado del toreo y disfruta explicando la historia del monumento y en qué consiste el espectáculo. Su público está compuesto sobre todo por extranjeros, que asocian viajar a España con el tópico de "paella, flamenco y toros". Atiende a muchos estudiantes de Francia y le gustaría que los alumnos españoles también escucharan sus explicaciones y pudieran hacerse una opinión razonada sobre la tauromaquia, sea a favor o en contra.
¿Qué tiene de especial ser guía turístico en la Plaza de Toros de Las Ventas?
No soy un guía turístico normal, hay que ir con mucha cautela. Como el espectáculo tiene buena y mala fama, tengo que explicar todo de forma objetiva, intentando no molestar a la gente más sensible. Me encuentro con gente que viene a visitar el monumento por lo bonito que es y quien viene por la parte taurina.
Habrá quien se sorprenda al ver un joven francés experto en tauromaquia trabajando en España.
De pequeño quería ser torero, me compraron mi trajecito de luces y todo. La muerte de un torero de mi pueblo me quitó la idea de ser torero, pero nunca me aparté de este mundo. Siempre quise venir a España y tuve la oportunidad. Pensé que sería una aventura corta pero llevo seis años y no me planteo volver.
¿Quién viene a hacer una visita turística por Las Ventas?
En un principio me llamaron para atender a los escolares de Francia que hacen el viaje de final de curso a Madrid. Visitar la Plaza de Toros es obligatorio para los turistas y todas las agencias de Francia la incluyen. También hago visitas a grupos y hay gente de todo tipo, a los turistas les interesan los toros porque forman parte de la cultura de España.
¿Cómo son las reacciones que se encuentra?
Un turista que viene a Madrid tiene en mente que España es paella, flamenco y toros. Tenemos muy buena acogida. Intento llamar la atención y explicar el espectáculo, que siempre despierta interés. Un espectáculo que incluye sangre llama la atención, para bien y para mal.
¿En qué consisten sus explicaciones?
Yo repaso el toreo de forma visual. Cuando estamos en la Puerta Grande cuento los homenajes que hay; cuando estamos en los tendidos hablo del número de asientos... Siempre cuento que es la plaza más importante del mundo. Muchos turistas vienen sin tener ninguna información y nuestro objetivo es que la gente tenga una base para poder opinar y para entender en qué consiste el espectáculo. Hay que tener una base y con esta base la gente puede decidir si quiere ir o no.
¿Qué le transmiten?
A la gente le sorprende que en el toreo haya normas que hay que respetar y que haya todo un ritual.
No se lo esperan para nada. Desde fuera ven que es una lucha y que siempre gana el hombre.
Realmente cuando lo explicamos se sorprenden, no saben que hay códigos que seguir, premios. Hay mucha curiosidad, me preguntan de todo.
Seguro que hay preguntas que se repiten a diario.
Siempre me preguntan por el machismo y por las mujeres toreras. Yo les digo que por desgracia en España durante mucho tiempo el toreo ha sido un mundo machista y todavía lo es, aunque poco a poco se abre a las mujeres.
Preguntarán también por el maltrato animal...
Hay un movimiento animalista importante y la gente está muy sensible, pero también hay mucha desinformación. Me encuentro con chavales de 15 años que no saben de dónde viene la carne, que se quedan asustados ante el toreo pero luego se comen una hamburguesa sin preguntarse qué carne están comiendo. Cada año va a peor, los profesores se tapan la cara avergonzados. También llevan mochilas y botas de piel y no saben que ese material sale de un animal. Por eso me gusta contar todo de forma objetiva.
¿Cree que su trabajo tiene futuro?
El trabajo turístico siempre va a existir, porque es un monumento muy bonito y porque si se acaba el toreo se contará la historia. No sé si tendré que contar aquí pasaba esto en vez de ahora pasa esto. La parte turística no me preocupa, sí los ataques que hay hacia la fiesta. Según quién dirige el país o quién hable sobre el tema intentan tapar y ocultar cosas. Los toros se terminarán solo si el público no responde. En San Isidro tenemos una media del 80% de aforo, así que no creo que se terminen pronto.
Los estudiantes y las plazas de toros
Las Ventas Tour, la empresa donde trabaja Yoann Meurs, recibió 90.000
personas de más de 100 países el año pasado. La mayoría fueron
extranjeros. Los españoles que participan en las visitas guiadas son
solo aficionados. "Me da mucha rabia que vengan estudiantes franceses y
de todo el mundo y no vengan colegios de España. Esto forma parte de la
historia y la cultura del país. Ocultar el toreo no tiene sentido. Me
encantaría que los estudiantes españoles vinieran y se crearan su propia
opinión, sea a favor o en contra".
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