El torero pasó la noche en la UCI tras una operación de cuatro horas y media
R. Pérez
«La lesión de Enrique Ponce es muy gorda, de alto impacto, propia de motociclistas. Es lo que calificamos en traumatología como “rodilla catastrófica”». Son las primeras palabras del doctor Ángel Villamor, tras operar el miércoles, durante cuatro horas y media en la clínica Nisa de Aravaca, al torero de Chiva. «Pese a la gravedad, y teniendo en cuenta que a sus 47 años conserva una forma física fenomenal, quedará perfecto», tranquilizó el galeno.
Después de realizarle en Madrid estudios de imagen exhaustivos, se comprobó que, además de la rotura previa del ligamento cruzado anterior –(lesión que arrastraba desde diciembre), la rotura completa del ligamento lateral interno y una fractura de la meseta tibial, también tiene fracturados el menisco externo y el interno. «Una catástrofe», resume. Una de las más delicadas es la de la meseta tibial, «hundida en alrededor de dos centímetros y de unos diez centímetros de longitud», explica el prestigioso traumátologo.
La larga y compleja intervención, bajo anestesia epidural, comenzó a las ocho de la tarde y acabó a las doce y media. La intervención se practicó de este modo: «Se reconstruyeron los múltiples fragmentos de la fractural tibial y se restituyó su forma anatómica original mediante tornillos, agujas y una placa de estabilización. También se realizó un tratamiento de factores de crecimiento para estimular la reparación de los tejidos». El siguiente paso, según explicó de manera pormenorizada el doctor, fue extirpar un fragmento del menisco externo, «que era irreparable», para poder suturar. «Y, con ayuda de un injerto de banco de tejidos, enriquecido con células madre, hicimos un nuevo ligamento cruzado anterior». En último lugar, se reconstruyó el ligamento lateral interno, «reanclándolo de su arrancamiento tibial mediante arpones intraóseos de material reabsorbible».
Respecto a los plazos de recuperación, dijo que podrían oscilar de dos meses a medio año, según cada una de las fracturas, «pero para que el cruzado esté maduro y resistente se necesitan cinco o seis meses». «Él está animado y hoy mismo comenzaremos la rehabilitación», señaló. Durante la rueda de prensa, las preguntas apuntaban hacia San Isidro, cuyos carteles se presentan hoy y donde Ponce figura dos tardes como pieza clave junto con Roca Rey, con todo el peso de la Feria. ¿Ve factible que toree dentro de dos meses en Las Ventas? «Yo imposible no veo nada con un torero como Enrique Ponce, que ya ha hecho heroicidades toreando las corridas de América y del inicio de la temporada española con el cruzado lesionado desde diciembre. Y este era mi miedo, que sucediera algo así como en Fallas. Mi consejo es que se cure bien, porque torear no es lo mismo que jugar al fútbol, implica riesgos de auténtico héroe», concluyó Villamor.
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