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lunes, 25 de marzo de 2019

Jesulín «reaparece» a hombros con Cayetano y Aguado en Morón

María José Campanario aplaudió desde la barrera la faena de su marido; Aguado indulta al bravo sexto del Torero


Aguado, Jesulín y Cayetano salen a hombros en Morón

Aguado, Jesulín y Cayetano salen a hombros en Morón - Efe

J. Bayort/ABC 

De blanco y oro. Así apareció Jesulín de Ubrique en el ruedo de Morón de la Frontera (Sevilla). Y lo hizo a ritmo triunfal para cortar dos orejas al toro de su regreso a la arena vestido de luces. El veterano matador, que no se confió con el capote, exhibió su toreo de temple frente a un toro de El Torero noble y colaborador. Molestaba el viento, pero Jesulín se llevó el toro a los terrenos del sol y allá conectó con los tendidos, que registraron media entrada. Mató de una estocada y paseó el doble trofeo. 


Fue ovacionado en el más hondo cuarto, que exigió mayores dificultades. Jesulín no fue capaz de salirse con el capote de las tablas. Incierto en los primeros tercios, entró hasta cinco veces al caballo tras no haber podido sujetarlo el picador. Hizo un esfuerzo en la muleta, donde tuvo importancia pese a salir con la cara alta. Le costó cuadrarlo a la hora de matar. Pinchazo y media. Saludos.
Como ya tenía amarrada la puerta grande, salió a hombros junto con Cayetano, que cortó tres orejas, y Pablo Aguado (sustituto del lesionado Ponce), que indultó al bravo sexto, un gran toro del Torero tras dejar los pasajes más toreros de la tarde.

Jesulín, que toreó el pasado agosto en la Feria de Cuenca, ha vuelto a enfundarse el chispeante con la vista puesta en la conmemoración de su trigésimo aniversario de alternativa en la temporada 2020.
Con apariciones esporádicas en plazas destacadas desde 2010, su presencia en festivales del tercer circuito sí ha sido una constante en los últimos tiempos y le ha permitido seguir en contacto con la profesión.

Su nombre ya había ido desapareciendo de los carteles de las principales ferias en los primeros años del siglo XXI después de algunas idas y venidas paralelas a la exposición mediática de sus familiares. Esas plazas grandes, recalcó Jesulín en rueda de prensa el pasado día 15, ya no entran en sus planes. «Ahí tengo los deberes hechos», declaró el torero de Ubrique reiterando que esta vuelta dejará aparte plazas y ferias de primera, según recoge Efe.

Jesús Janeiro Bazán, Jesulín de Ubrique en los carteles, constituyó todo un caso de precocidad taurina. Antes de debutar con picadores ya se había labrado un gran ambiente por los pueblos de Cádiz y la serranía de Ronda. 

Formó junto a Finito de Córdoba y Chamaco un célebre cartel que constituyó la última edad de oro de los novilleros en la bisagra entre las decádas de los 80 y 90 del pasado siglo XX. La alternativa, con sólo dieciséis años y en el coliseo de Nimes, constituyó todo un acontecimiento. Las corridas organizadas exclusivamente para mujeres, la breve incursión en el mundo de la canción o la forja de su personaje televisivo empañaron en parte la auténtica dimensión taurina del diestro de Ubrique más allá de sus parejas o declaraciones.

Dentro de su currículum hay que recordar que en 1995 pulverizó el récord de los matadores de toros llegando a sumar 161 corridas de toros. En 2001 sufrió un gravísimo accidente de coche que estuvo a punto de acabar con su vida y constituyó un punto de inflexión en su gran exposición mediática.

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