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domingo, 20 de octubre de 2019

Curro Díaz brilla bajo la lluvia en el festival de Chinchón



El torero de Linares corta dos orejas, al igual que Álvaro Chinchón, en una tarde en la que se pasearon ocho trofeos

Momento del paseíllo en Chincchón
Momento del paseíllo en Chincchón - Mundotoro


Chinchón (Madrid 

Triunfal festival en Chinchón, el más antiguo de España. Ni la lluvia pudo con la ilusión de toreros y público, que casi llenaron en la bella plaza en la edición número 96 de este festejo benéfico. Al finalizar el paseíllo sonaron los acordes del Himno Nacional en medio de una gran ovación.

La faena más torera corrió a cargo de Curro Díaz, que realizó lo más brillante. El artista de Linares cortó dos orejas, al igual que Álvaro Chinchón. Pasearon un trofeo el rejoneador Leonardo Hernández, los matadores Jesulín de Ubrique, José Garrido y Álvaro Lorenzo, mientras que el novillero Aitor Fernández fue ovacionado.

Un total de ocho orejas se cortaron en este tradicional festival benéfico, en una tarde marcada por el frío y la incesante lluvia, y en la que los triunfadores numéricos fueron Curro Díaz y el becerrista Álvaro Chinchón, con dos trofeos cada uno.

Dio igual el frío y la incesante lluvia que molestó durante toda la tarde, la gente quería toros y eso se notó, y de qué manera, más todavía gracias a la presencia de Jesulín de Ubrique, un icono de los años 90 y que todavía sigue moviendo a las masas como lo hacía entonces.

La tarde calentó enseguida con una vibrante faena del rejoneador Leonardo Hernández, sensacional con un buen novillo de Carmen Lorenzo, con el que se le vio disfrutar de lo lindo. Faena completísima del extremeño, muy del gusto del respetable y premiada con una oreja.

En segundo lugar le tocó el turno a Jesulín, que se mostró templado y técnicamente impecable ante un novillo encastadito de Bañuelos, al que pasó por los dos pitones en una faena de largo metraje, a media alturita, en la que se le vio fácil en todo momento y que le valió para pasear un trofeo.

Curro Díaz desorejó al tercero de la tarde gracias a una faena de pellizco y repleta de buen gusto.

Toreó de maravilla el de Linares justo cuando la lluvia hacía acto de presencia para ya no cesar en toda la función.

José Garrido exhibió su buen capote tanto en el recibo por verónicas como en posterior quite por chicuelinas ante un novillo noble pero de escasa raza, al que toreó con empaque y prestancia en el último tercio. La falta de contundencia con los aceros dejó el premio en singular.

Álvaro Lorenzo paseó también un trofeo del quinto, el novillo más áspero del envío, un animal que no humilló y tendió a defenderse soltando la cara. El toledano anduvo firme y por encima de la condición del de Bañuelos.

El novillero local Aitor Fernández malogró con los aceros una faena de mucha entidad ante el mejor astado de la tarde. Variado y animoso, el de Chinchón demostró buen trazo del muletazo, pero su mala espada le privó de un triunfo grande, el que sí consiguió el becerrista de la tierra Álvaro Chinchón, muy entregado con un eral que también se prestó al lucimiento.

Se lidiaron un novillo para rejones de Carmen Lorenzo (1º), bueno; y cinco y un eral en lidia ordinaria de Antonio Bañuelos, manejables en distingo grado. El mejor, el sexto; y el quinto, por su parte, fue el más complicado.

Este fue el balance final: Leonardo Hernández, oreja; Jesulín de Ubrique, oreja; Curro Díaz, dos orejas; José Garrido, oreja; Álvaro Lorenzo, oreja; el novillero Aitor Fernández, ovación tras dos avisos, y el becerrista Álvaro Chinchón, dos orejas dos roejas.

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