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miércoles, 23 de octubre de 2019

El más deseado

El más deseado

Es innegable la pasión que desata su tauromaquia. Aquella obra sublime del aquel viernes de Feria de Abril en la Maestranza, tan intensa como medida en el tiempo, le convirtió en predilecto de la afición de Sevilla. En deseo sin límites. En imprescindible. No sólo para próximas corridas de feria, sino para lo más importantes ciclos taurinos de España. Francia y América. Se convirtió en figura con no más de veinte muletazos y diez minutos de lidia. Tanto supuso aquello para los sevillanos que en su vuelta al coso del Baratillo en el Festival Benéfico del pasado 12 de octubre, antes de que su toro saliese de chiqueros, le ovacionaron con tal fuerza que lo obligaron a saludar.

La desesperante e inacabable lentitud de un muletazo, la naturalidad que aflora en toda su esencia en faenas fascinantes, el valor consciente que viola la norma, lo han cuajado en torero importante. De hecho, es un modelo de torería en el ruedo. Un referente de lo diferencial. Su forma de hacer el toreo resume la tauromaquia de todos los tiempos y, a la vez, configura la más deseada renovación.

Sin duda, fue el más deseado y esperado en la tarde del pasado Día del Pilar. El ruedo maestrante fue lugar obligado para la emoción. Sobre todo, cuando apareció una visión completamente distinta del arte de torear. Pablo Aguado lo hizo tan despacio con el capote que pareció parar el tiempo. Fue tan diferente la verónica que, con cinco lances, le dio belleza a una lidia de atinada mezcla de naturalidad y buen gusto. Las escasas embestidas del toro no dieron para mucho más, pero sí volvieron a mostrarse momentos, detalles, de unas formas en las que se concentra una tauromaquia de emotivas historias.

Y es que poco interesa la vulgaridad previsible de muchas tardes de toros, pero sí, y mucho, toreros que contribuyan a sublimar la lidia con sólido soporte emocional. Interesa quien sea capaz de firmar media docena de naturales de impacto con el alma rota y el sentimiento hecho toreo. Quien sea capaz de definir por exceso la capacidad artística de su concepto. En el toreo todo es más o menos sabido. Sin embargo, de cuando en cuando surge algo que no parece lo conocido. Es la luz que ilumina el futuro.

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