Cita con el sol de una feria que no se rinde

Y ahora Mérida...

Ya en Maracay se vieron las caras en la feria de San José. Manuel Escribano de matador y Jesús Enrique Colombo de novillero en una corrida mixta que completó "Leonardo de Maracay".

Jesús Ramírez "El Tato"

Mérida, la hermosa ciudad de los caballeros, es la próxima cita de los taurinos venezolanos con motivo de la tradicional Feria del Sol que coincide con los festivos días de carnaval.

Tres corridas de toros y una novillada con hierros nacionales y la responsabilidad taquillera que descansa en Jesús Enrique Colombo, quien torea las tres tardes y abre feria el sabado 22 de febrero con un mano a mano con el sevillano Manuel Escribano con los toros de la divisa de "Laguna Blanca" de Euclides Sánchez.

Fuerte y serio compromiso de JEC que no figuró entre los triunfadores de la reciente feria de San Sebastian a pesar de cortar dos orejas y en Bogotá la tarde de confirmación tampoco le rodaron las cosas como se esperaba. Queda ratificado que es un torero de retos y desafios y el de Mérida, lo asumirá con aplomo, responsabilidad y mayor garra, de cara a la temporada española que ya echó vuelo sin su nombre en las primeras ferias, aunque se cristaliza su nombre para el domingo de resurrección en Las Ventas de Madrid.

 

Rafael Serna  con el arte de los sevillanos en el segundo cartel.

 En las otras dos combinaciones, el domingo 23 acompañarán a JEC el merideño Alexander Guillén y los sevillanos Rafael Serna y Antonio Nazaret con ocho toros del hierro larense de "Los Aranguez" y el lunes 24 a la vera de Colombo, López Chávez de interesante campaña pasada en cosos españoles y el debut en Venezuela de una joven promesa, José Garrido, que en su pais viene pidiendo paso con triunfos convincentes. Los toros serán del hierro de "Los Ramírez".

El martes de carnaval un interesante concurso de ganaderías en novillada de fin de feria. Un evento que ya está en alza con el tradicional desfile, la elección de la reina y la venta de entradas sueltas en medio del gran optimismo taurino de los merideños y de quienes se disponen a disfrutar del 50 aniversario ferial por encima de circunstancias adversas, privando siempre el taurinismo y la fe por el exito.