El último caso conocido correspondiente a este deporte es el del venezolano Yagel Herrera Ravelo, jugador del Granada
(ANSA) - MADRID, 9 MAY -
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Mientras España debate y polemiza en torno a la
flexibilización de las medidas de confinamiento, tres nuevos positivos
al Covid-19 ponen en jaque las pretensión de la Liga de fútbol de
reanudar el campeonato.El último caso conocido correspondiente a este deporte es el del venezolano Yagel Herrera Ravelo, jugador del Granada que no presenta síntomas de la enfermedad, pero deberá permanecer en cuarentena por algunos días.
El mediocampista de 22 años dio positivo en el test seriológico obligatorio al que fue sometido como todos sus compañeros como paso previo a la reanudación de los entrenamientos individuales.
Su caso sorprendió porque Herrera había resultado negativo en las pruebas PCR (Reacción en Cadena de la Polimersa), un sistema de diagnóstico alternativo que se utiliza desde que estalló la pandemia.
Pero en el test rápido que se implentó como práctica más habitual, el resultado fue adverso y en los próximos días volverá a ser controlado para determinar si está recuperado y puede reintegrarse a los entrenamientos del plantel.
El positivo del venezolano se suma al del lateral brasileño Renan Lodi, del Atlético Madrid, y al más reciente de arquero Alex Remiro, de la Real Sociedad, quien según se informó hoy también es asintomático.
El portero, otro que había resultado negativo en un control previo, deberá permanecer aislado durante algunos días al igual que Herrera y que Lodi tras no haber participado el viernes en la sesión de prácticas del equipo vasco.
Real Sociedad es uno de los finalistas de la Copa del Rey, cuyo título debería dirimir con Athletic de Bilbao en la primera final vasca de la historia que debía jugarse el 18 de abril y está en suspenso al igual que el reinicio de la Liga.
Apostando por la reanudación y pese al positivo de Lodi, el Atlético Madrid del argentino Diego Simeone continúa con sus entrenamientos individuales en el centro deportivo de Majadahonda.
Con guantes de protección y barbijos, los jugadores del plantel "colchonero" volvieron a las prácticas a primera hora de la mañana y después de casi dos meses (la última había sido el 10 de marzo).
Divididos en dos grupos, los futbolistas trabajaron a las órdenes del "Cholo", quien también lucía barbijo y guantes al igual que sus colaboradores y los integrantes del cuerpo médico del "Aleti".
En la primera tanda trajaron el brasileño Felipe Augusto, el colombiano Santiago Arias y el uruguayo José María Giménez y en la segunda el hispano-brasieño Diego Costa, junto a Saúl Ñíguez, Koke, Alvaro Morata y el mexicano Héctor Herrera, entre otros.
El último entrenamiento correspondió a los arqueros y el total de la sesión se extendió por cerca de una hora y cuarto de trabajos físicos para ir recuperando la tonicidad muscular después de haber trabajado todo este tiempo en casa.
Para algunos, como el serbio Luka Jovic, del clásico rival Real Madrid, esa no pareció ser la mejor opción pues el joven delantero sufrió una fractura en el hueso calcáneo de su tobillo derecho, según se informó en la víspera.
Lesión que su padre consideró "terrible" pues lo obligará a permanecer inactivo por al menos tres meses y que dio mucho que hablar por estas horas porque suena realmente insólita una situación de ese tipo.
Un accidente doméstico involuntario que además de la dolencia resulta un duro revés para el ánimo de Jovic, jugador pretendido por varios clubes -incluido Milan- que está "deprimido y asustado", según afirma su progenitor.
"No nos esperábamos que sucediera algo así. Se estaba entrenando en casa, en Belgrado, siguiendo el programa del club y durante un ejercicio de pronto sintió dolor. No imaginábamos que fuese tan grave", reconoció.
Una noticia que seguramente no cayó bien en Madrid, donde amén de la preparación de los clásicos rivales, la polémica se centraliza en las diferencias en torno a la flexibilización del confinamiento.
Muchos esperaban por un alivio de las medidas sanitarias en la capital, pero no sucedió debido a que, según explicaron los responsables del área, los ingresos en las salas de cuidados intensivos no se redujeron tanto como se esperaba.
Detrás de la polémica muchos ven intenciones de hacer prevalecer criterios económicos por encima de la cuestiones de salud pública, escenario que tranquilamente podría replicarse a nivel nacional en la ansiedad por reanudar la Liga Española.
(ANSA).
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