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lunes, 15 de junio de 2020

Autopsia confirma que es homicidio

Agente que lo mató podría incluso exponerse a la pena de muerte

La policía reprime con líquidos irritante las protestas en Atlanta, Georgia, por la muerte a manos de la policía de otro afro-americano
La policía reprime con líquidos irritante las protestas en Atlanta, Georgia, por la muerte a manos de la policía de otro afro-americano (foto: ANSA)

(ANSA) - NUEVA YORK, 15 JUN -


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Rayshard Brooks recibió dos disparos en la espalda, según lo confirma la autopsia al cuerpo del afro-americano muerto a manos de la policía en Atlanta.

    Brooks murió de daños en algunos órganos y el sangrado resultante, según lo indica el informe forense, del que da cuenta hoy la prensa estadounidense. La causa de la muerte, según el forense "un homicidio", son precisamente los balazos en la espalda.

    El fiscal del distrito del condado de Fulton, Paul Howard, que está investigando el suceso, explicó The Journal Atltanta Constitution que el informe preliminar de la oficina del médico forense y el examen balístico del suceso le ayudarán a "llegar a una decisión" sobre si presentar cargos contra el policía que disparó a Brooks.

    Howard aseguró unas horas antes que haría un anuncio al respecto alrededor del miércoles, y que estaba barajando acusar incluso de asesinato -un cargo que bajo el código penal de Georgia puede acarrear hasta la pena de muerte- al agente implicado.

    El policía que disparó fue identificado como Garrett Rolfe y terminó despedido de su cargo el sábado.

    Brooks falleció la noche del viernes tras resistirse a ser detenido, forcejear con los dos agentes blancos, quitarles una pistola de descarga eléctrica e intentar huir, según el Buró de Investigación de Georgia (GBI).

    El incidente se produjo en el aparcamiento de un restaurante de comida rápida de la cadena Wendy's, adonde acudió la policía tras recibir un aviso de que Brooks estaba "dormido en un vehículo aparcado delante de la ventanilla" del local donde se retira la compra.

    Su presencia allí dificultaba la venta a otros clientes, explicó el GBI.

    Un vídeo de la cámara que llevaba adherida al uniforme uno de los agentes, publicado este domingo por la Policía, muestra que los oficiales hablaron durante casi media hora con Brooks antes de que comenzara la confrontación.


    Los agentes confirmaron que estaba ebrio con una prueba de alcoholemia y uno de ellos intentó ponerle las esposas, pero Brooks se zafó y los tres acabaron en el suelo, con los policías advirtiéndole de que iban a darle una descarga eléctrica si se resistía.

    Otro video muestra cómo Brooks, tras quitarles la pistola eléctrica y huir de los agentes, alargó su brazo hacia atrás y apuntó con ese objeto a Rolfe, que le perseguía.

    Rolfe, que llevaba otra pistola eléctrica en una mano, agarró entonces su arma de fuego y disparó tres veces a Brooks, que cayó al suelo y murió después de ser trasladado al hospital local. Mientras tanto, las manifestaciones contra el racismo no se detienen en los Estados Unidos, donde el caso de Brooks alimenta la ira contra el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía.

    Por ejemplo, el Puente de la Bahía quedó bloqueado en San Francisco. Miles de personas en Washington se reunieron en torno a la Casa Blanca. Y multitudes salieron a las calles en Nueva York y Los Angeles.

    Asimismo, apareció un video publicado por el abogado de la familia de George Floyd -otro afro-americano asesinado por la policía, en Minneapolis- que muestra cómo algunos transeúntes intentaron salvarlo rogándole a la policía que se detuviera en la opresión con la rodilla sobre su cuello.

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