Replica a una Antitaurina

NotasTaurinas                                       

Por Álvaro Sandia Briceño

Hace algunos días le envié un comentario taurino a una apreciada amiga quien me respondió en forma un tanto desempleada alegando su condición de vegana y de protectora de los animales. Como abogado y taurino me acogí al derecho a la defensa y le respondí en los siguientes términos: Respeto tu opinión. Formo parte de esa inmensa minoría a quienes nos gusta la fiesta brava. Nunca he fumado pero respeto a los fumadores y no los rehuyo socialmente.

 Fuí a mi primera corrida de toros de la mano de mi abuelo materno cuando tenía siete años y mi afición debe haberse despertado en ese momento. He asistido a corridas de toros en las plazas de Mérida y en otras ciudades y también en Colombia y en España.

Estuve vinculado a la construcción de la Plaza Monumental de Toros de Mérida que hoy lleva el nombre de Román Eduardo Sandia y mi presencia en nuestro albero taurino data de hace más de 50 años. He escrito sobre toros y he participado en foros, charlas, conferencias, patrocinado exposiciones de arte y he sido orador de orden en alguna ocasión importante vinculada con los toros. Venezolanos eminentes como Arturo Uslar Pietri, Andrés Eloy Blanco, Miguel Otero Silva, Luis Pastori y personas vinculadas a la política como Juan Vicente Gómez, Rómulo Gallegos, Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez o artistas como Arturo Michelena, Pedro Centeno Vallenilla o Carlos Cruz-Diez, sin olvidar a Antonio Machado, Rafael Alberti, García Lorca, Picasso, Miró, Diego Rivera o Botero. No puede ser que tantos y en tantas disimiles actividades estemos equivocados. El compromiso del hombre y el toro, decía Ortega y Gasset, es milenario. Los toros bravos es una raza privilegiada y se remonta a los primeros taurus de la zona de Nepal. Heredamos de España idioma, religión, costumbres, hábitos alimenticios y también la afición por los toros, los gallos de pelea, la música y el mejor de todas las artes: el amor por las mujeres bonitas