Héctor Alonso López
Siempre he dicho y repetido, que me resisto a ser prisionero de la fatalidad resignada. Que bueno que vamos a estar unidos. Es la única manera de ser fuertes. A veces la magia existe aunque no lo creamos. No creo que las diferencias las hemos superado. Pero el daño que se le ha ocasionado a Venezuela es de tal gravedad que seríamos mezquinos e injustos con nuestro pueblo sino actuamos en el peor momento de sus padecimientos.
Todos los venezolanos hemos sido convocados y como ciudadanos debemos actuar.
Nada debe paralizar los inmensos deseos que cambio que tiene el país. Este país quiere no solo el final de este régimen tiránico sino el final de un ciclo histórico. Ese camino de convicciones no nos permite dar tregua. Hace unos días telefónicamente quedamos en conversar con Juan Guaido. Esta es la oportunidad.
Los ciudadanos que no militamos en partidos políticos tenemos derecho a ser escuchados y participar de la discusión de un camino que, parece extraviado, en medio una compleja, dura, e inmerecida realidad que nos ha tocado soportar.
Debemos estar unidos pero no en secreto. Ojalá sea para abrazarnos y poder luchar por una sociedad libre, justa y éticamente indispensable.
Ojalá y podamos resolver lo que resultaba una paradoja absurda que había sido más fácil una alianza internacional que una alianza nacional entre los verdaderos dolientes. Ya no importa tanto por qué no ocurrió.
Solo mirando hacia adelante podemos redoblar el paso.
Caracas 19 de Agosto 2020
Todos los venezolanos hemos sido convocados y como ciudadanos debemos actuar.
Nada debe paralizar los inmensos deseos que cambio que tiene el país. Este país quiere no solo el final de este régimen tiránico sino el final de un ciclo histórico. Ese camino de convicciones no nos permite dar tregua. Hace unos días telefónicamente quedamos en conversar con Juan Guaido. Esta es la oportunidad.
Los ciudadanos que no militamos en partidos políticos tenemos derecho a ser escuchados y participar de la discusión de un camino que, parece extraviado, en medio una compleja, dura, e inmerecida realidad que nos ha tocado soportar.
Debemos estar unidos pero no en secreto. Ojalá sea para abrazarnos y poder luchar por una sociedad libre, justa y éticamente indispensable.
Ojalá y podamos resolver lo que resultaba una paradoja absurda que había sido más fácil una alianza internacional que una alianza nacional entre los verdaderos dolientes. Ya no importa tanto por qué no ocurrió.
Solo mirando hacia adelante podemos redoblar el paso.
Caracas 19 de Agosto 2020
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