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jueves, 10 de diciembre de 2020

Aniversario de nuestra Plaza Monumental de Toros Román Eduardo Sandi


Por Álvaro Sandia Briceño

Tenemos cincuenta y tres años de historia vivida bajo este coloso como lo es nuestra Plaza Monumental de Toros Román Eduardo Sandia.

Son más de cinco décadas que se dicen pronto desde aquella corrida del día 10 de diciembre de 1967, en horas de la mañana, porque un torrencial aguacero impidió la celebración de la corrida programada para el día anterior.

Cuando César Faraco, Manuel Díaz "El Cordobés" y Francisco Rivera "Paquirri" hicieron el paseíllo inicial para enfrentar a los seis toros colombianos de las ganaderías de Felix Rodríguez y Achurry Viejo, y en el momento en que Don Luis Alipio Burguera, Presidente de la Comisión Taurina Municipal, agitó el pañuelo para indicar al torilero que saliera el toro "Merideño" para que lo recibiera con el primer capotazo nuestro paisano César Faraco, se inició la historia de nuestra Plaza Monumental de Toros que esperamos nunca tenga punto final.

Desde entonces hemos visto partir plaza a los más destacados toreros del escalafón español y americano y salir al ruedo toros de las más acreditadas divisas de los campos colombianos, mexicanos, españoles y venezolanos.

Desde la Mérida de aquel diciembre de 1967 en que se celebró la III Feria de la Inmaculada hasta este año en que disfrutamos de la LII Feria Internacional del Sol, mucha agua ha corrido bajo los puentes de los cuatro ríos que circundan nuestra ciudad y también muchos otros aguaceros han caído sobre nuestra hermosa ciudad.

Hemos visto como ha crecido la pequeña villa "donde estiraban su pereza ocho calles longitudinales y veintitrés transversales" como en Signos de Mérida se refiere Emilio Menotti Spósito a la Mérida de 1913.

En cincuenta y tres años, de 1967 al 2020, la ciudad ha crecido y ha tomado otro perfíl. Modernas avenidas, los tres viaductos que la unieron al sector denominado La Otra Banda, y nuevas urbanizaciones, altos edificios, la incorporación del pequeño pueblo de La Parroquia al área metropolitana de la ciudad  por la Avenida Andrés Bello que también nos ha acercado a Ejido y más allá la Carretera Rafael Caldera que coloca a El Vigía y a la zona del Sur del Lago a escasa hora y tanto de nuestra ciudad, ha cambiado nuestro panorama porque el Aeropuerto Juan Pablo Pérez Alfonso permite hoy vuelos y conexiones internacionales. Hoteles, posadas, restaurantes, el remodelado Teleférico, todo pareciera que es distinto aunque a veces nos duela la dejadez con que las autoridades nacionales y locales y la propia ciudadanía tratan a nuestra ciudad.

A través de este más de medio siglo, la Plaza Monumental de Toros Román Eduardo Sandia se erige como faro que excede lo simplemente taurino y hoy ocupa lugar prominente entre los símbolos de la ciudad de las cinco águilas blancas.

En el año 1969 las autoridades locales y la empresa taurina, previo un estudio de las condiciones climáticas y atmosféricas de la ciudad, tomaron la decisión de cambiar los días feriales que inicialmente fueron fijados para los primeros días de diciembre, precisamente para que coincidieran con el día 8, fecha en que se celebra a la Patrona de Mérida, la Inmaculada Concepción, para los días de carnaval. Estoy seguro de que todos salimos ganando. Primero porque nos alejamos de la lluvia decembrina, aunque esto es un decir porque aquí llueve casi todo el año, para los un tanto más cálidos días de febrero o marzo, y segundo, porque adicionamos el asueto carnestolendo.

Por eso las Ferias del Sol se inician (o iniciaban) con la novillada del día jueves y seguían con las corridas de toros desde el viernes hasta el martes de carnaval. Es bueno acotar que la Alcaldía del Municipio Libertador ha decretado el día viernes como feriado no laborable, lo que le permite a los citadinos y visitantes acudir a esa primera corrida y así comenzar a disfrutar de la fiesta brava que ofrece nuestra ciudad "altiva y señorial" como dijera Don Tulio Febres Cordero.

En todos estos años hemos visto de todos y para todos en nuestro albero taurino.
Estamos atravesando una época difícil con motivo de la pandemia que nos ha recluido en nuestras casas. Para los ganaderos de reses bravas, empresarios, toreros y subalternos y todos los que se mueven en el mundo de los toros  ha sido particularmente complicado. A ello hay que sumar  que la fiesta taurina tiene muchos enemigos y no siempre están en la acera de enfrente.

Debemos unir voluntades como la unieron los dirigentes de la ciudad hace más de cincuenta y tres años para hacer realidad este coloso de cemento y cabillas que se yergue en la zona aledaña al rio Albarregas y que hoy nos llena de orgullo como es nuestra espléndida Plaza de Toros Monumental de Mérida. Los personajes que hicieron posible nuestra Plaza Monumental, Pedro Rincón Gutiérrez, Edilberto Moreno, Gustavo Amador López, Germán Briceño Ferrigni, Vicente Contreras Pernía, Román Eduardo Sandia, Siro Febres Cordero y Alfonso Dávila Matute, no se olvidarán jamás de la memoria taurina de Mérida. Ellos hicieron realidad una idea. Nos queda a nosotros, los aficionados taurinos, que la llama que encendieron hace cincuenta y tres años y que en vez de apagarla la reavivó el aguacero que frustró la corrida inicial, no se extinga jamás.

Composición fotográfica de Germán D'Jesús Cerrada 

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