Hijo. Hermano. Esposo. Tío. Padre. Abuelo.
Un hombre que fue multiples hombres.
Un hermano modelo, un ejemplo a seguir.
Primero fue parrandero en sus años de mozo con sancochos de gallina con la ayuda de Doña Carmen y bajo el grito de guerra "a buscar gallinas" junto con sus amigos en una época de humildad, sencillez y pureza.
Pero además, por su propia cuenta, se dedica a estudiar Inglés y Electrónica,
y fue parte de la primera promoción de Odontología de la democracia. Profesor de biología, en el Libertador y en la Facultad. Lector ávido en su biblioteca secreta.
y fue parte de la primera promoción de Odontología de la democracia. Profesor de biología, en el Libertador y en la Facultad. Lector ávido en su biblioteca secreta.
Sobre todo un odontólogo dedicado a sus pacientes hasta los 86 años. Admirable.
Cuando nacen sus amadas hijas Adriana y Marianela deja los sancochos atrás y se concentra en su nuevo rol de padre y guía.
Junto a su cariñosa esposa Kiomara, crean un nucleo familiar de grandes valores. Un modelo de familia con
grandes expectativas de superación y esfuerzo, pero también de amor incondicional, de dedicación y presencia.
grandes expectativas de superación y esfuerzo, pero también de amor incondicional, de dedicación y presencia.
Y gracias a ese amor y junto con la fe de Dios le ayudaron a superar el cáncer dos veces.
Así, su familia y todos nosotros, pudimos disfrutarlo tantos años.
Hubiéramos querido que hubieran sido muchos más. Pero Dios finalmente tocó su puerta y él tranquilo acudió a su llamado.
Hoy, es a nosotros los presentes, los que nos toca seguir su ejemplo y dar lo mejor en esta vida y poder aspirar a la paz con la que él partió.
Heriberto, te queremos y extrañaremos hasta que nos reencontremos.
Germán, María Virginia, Germán José, Rafael Andrés, Óscar Andrés, Nicolás Ignacio, Maya, Óscar Ignacio y Liza.
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