Cuando ya parecía que el Campeonato del Mundo tendría un futuro excepcionalmente brillante, el deporte sufrió la influencia de las grandes tempestades y cataclismos políticos. Primero, ciertos países fueron privados del fútbol internacional por cuestiones políticas. Entre ellos estaban, por ejemplo, España y Austria. Segundo, el lugar elegido para el torneo se encontraba de nuevo en Europa, aunque en Sudamérica estaban seguros de que los continentes se iban a rotar. La decisión tomada causó una ola de indignación y muchas selecciones decidieron no participar en el torneo.
De esa manera la competición fue una de las menos representativas en la historia. De los catorce puestos vacantes de la ronda final, solamente tres fueron ocupados por equipos no europeos. Otros dos fueron otorgados al país anfitrión, Francia, y al que era en aquel entonces el campeón del mundo, Italia.
Al igual que en el torneo de hace cuatro años, en aquel Mundial no había fase de grupos. Dieciséis equipos iniciaron el campeonato directamente en octavos de final.
La competición se jugó en diez estadios. El más grande era el Parc des Princes en París. El más pequeño, para siete mil personas, estaba en Antibes. El undécimo, en Lyon, tenía que ser la cancha para el partido entre Austria y Suecia, pero no fue usado ya que la selección austriaca no participó en el torneo.
Los partidos de la primera ronda se celebraron entre el 4 y el 9 de junio de 1938. Casi todos los partidos fueron bastante intensos, incluso se necesitaron dos partidos de desempate. Hungría derrotó a las Indias Orientales Neerlandesas (país que ya no existe hoy en día) con un resultado de 6-0, y Checoslovaquia ganó a Holanda 3-0. Curiosamente, los tres goles fueron anotados en el tiempo adicional.
En los cuartos de final Suecia dio una sorpresa derrotando a Cuba con un resultado de 8-0. De la misma manera lo hizo Brasil, que pudo superar la resistencia de la fuerte Checoslovaquia gracias a brillante Leonidas, el mejor delantero del campeonato. La segunda pareja de equipos necesitó un partido de desempate. Leonidas anotó un gol en cada uno de los partidos.
Pero en las semifinales los maestros del balón perdieron inesperadamente ante el equipo de Italia con un resultado de 1 - 2. Se cree que los brasileños estaban tan seguros de su victoria que incluso le ofrecieron un día de descanso a Leónidas, su principal goleador, pero no pudo despertar a tiempo. Estaban tan seguros de su victoria que hasta compraron todas las entradas para el último partido incluso antes de jugar la semifinal. Mientras, en la otra semifinal el maravilloso equipo de Hungría derrotó a Suecia 5-1.
Sin embargo, en el partido decisivo los húngaros no pudieron con los italianos. Piola, uno de los más grandes atacantes en la historia del fútbol italiano, anotó dos goles, a los que Colaussi sumó dos goles más. Así, con un resultado de 4-2 Italia ganó su segundo título de campeona del mundo. Un logro destacable que el equipo logró con el apoyo del entrenador Vittorio Pozzo. El legendario instructor y autor de varias tácticas del juego, trabajó exitosamente como periodista al terminar su carrera futbolística.
En el partido por el tercer puesto entre Brasil y Suecia, volvió a brillar el mejor goleador del torneo, Leonidas. Esa final de consolación tuvo un marcador de 4-2. Los brasileños ganaron sus primeras medallas en el Campeonato del Mundo.
En aquel entonces nadie podía creer que el siguiente campeonato podría darse sólo 12 años después, en el que Leonidas, considerado el mejor futbolista en el mundo antes de la aparición de Pelé, no participó.
El legendario futbolista vivió una larga y feliz vida y falleció en el año 2004. Pudo ver a su equipo alcanzar grandes logros, vio a su selección ganar cinco Mundiales...
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