José María Marco, presidente de la Comisión Taurina de la Casa de Misericordia, habla con Mundotoro antes del inicio de las feria del toro 2023 de Pamplona
Mundotoro
Apenas quedan unas horas para que el escenario taurino más internacional vuelva a rugir y palpitar a ritmo del toro. Pamplona se prepara de nuevo para sus fiestas de San Fermín. Y es el momento de conocer toda la infraestructura pamplonica que rodea a un modelo empresarial paradigma dentro de la temporada taurina. Hablamos con José María Marco, miembro de la Meca, que atiende a Mundotoro ‘con los nervios propios de todos los años, pero con la ilusión y las ganas de que empiece todo de una vez y salga todo bien’.
Ocho corridas de toros, una de rejones y una novillada con picadores centran la Feria de San Fermín. ‘El balance de la feria es interesante, porque hemos logrado combinar una mezcla de figuras del toreo, con toreros consolidados y varios diestros emergentes, como llaman ahora. Son toreros jóvenes que están esperando una oportunidad, han puesto las cartas sobre la mesa y creo que es importante darles salida y oportunidades, para que se puedan subir al circuito y renovar el escalafón’, sostiene José María Marco.
Una feria, sin lugar a dudas, con la filosofía de Pamplona. ‘Siempre se intenta, aunque, a veces, no es fácil cerrarlo todo, pero nuestra idea matriz y motor es siempre la de repetir a todos los que se han ganado en el ruedo, traer a las figuras y a los toreros que han triunfado en plazas como Sevilla o Madrid que para nosotros tienen mucho peso’.
Un ciclo que llega tras una feria histórica. ‘Es complicado hacer una feria después del éxito de los sanfermines pasados. Además, era una fecha importante, porque suponía el centenario de la plaza de toros y también el regreso después de la pandemia. Gracias a Dios, fue extraordinaria en todos los sentidos, pues embistieron muchos toros y hubo también muchos triunfos’.
‘El eje de San Fermín es el toro, se vive con él durante todas las fiestas’.
Un orden dentro del desorden. En pocas horas, Pamplona cambiará su personalidad a una marea roja y blanca, rota por la variedad cromática de los astados. ‘El eje de San Fermín es el toro, se vive con él durante todas las fiestas. Hay que trabajar mucho todos los eventos que hay al cabo del día: están los encierros, las vaquillas, los espectáculos matinales, el apartado, las corridas de toros y, cuando todo se termina, el encierrillo. Todo gira alrededor del toro. Incluso, en ocasiones, nos lo cenamos. Es un maravilloso desorden organizado’.
Para ello, desde la MECA siempre se rigen por una manera de trabajar muy personal. ‘Normalmente, cerramos las ganaderías con tiempo, por el mes de noviembre o principios de diciembre. Luego, vamos elaborando los carteles que hacemos públicos a principios del mes de junio, para comenzar con el periodo de renovación de abonos a mediados’, afirma José María Marco.
‘Lo importante, y no me cansaré de repetirlo, es la generosidad y la lealtad de los abonados con la Casa Misericordia, puesto que los abonos se renuevan año tras año casi en su totalidad. Es un ejemplo magnífico de solidaridad porque no hay que olvidar que la Feria del Toro se realiza para mantener la residencia puesto que se destina a ella hasta el último céntimo de euro de beneficio que se saca de la feria’, subraya José María Marco.
Hablando de la actualidad de la Tauromaquia, pronto aparece el tema del campo bravo. ‘Es una complicación general para todas las ferias. El trapío de primera y las corridas igualadas son más difícil de conseguir, pero como muy pronto comunicamos a los ganaderos la intención de repetirlo contamos con esa ventaja. Además, todos los ganaderos siempre destinan sus máximos esfuerzos para venir a Pamplona, que requiere un tipo de toro que no es nada fácil de conseguir. Sin embargo, hemos vuelto a conseguir que la presentación de los toros sea impecable’.
Casa de Misericordia de Pamplona se ha convertido no sólo en un modelo referencia en el panorama taurino, sino en la propia sociedad navarra, siendo una institución de todos los pamploneses. ‘Por propia filosofía y naturaleza, en la residencia se facilita más la entrada a las personas con menos medios económicos. Con lo cual, el funcionamiento de la casa es un déficit estructural anual importante que se intenta paliar con la organización de la Feria del Toro o con otros eventos que consiguen cubrir, la mayoría de los años, los gastos para el mantenimiento de la Casa de Misericordia’, concluye.
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