López Obrador, presidente de México, sugiere un referéndum sobre el sí o no a los toros

El dirigente de la República expresó esta decisión en las "mañaneras" frente a la prensa después de que la Suprema Corte levantara el veto a la Monumental de Insurgentes

 Guillermo Leal

 Mundotoro

Insospechadamente, porque a lo largo de su gobierno nunca lo había hecho, Andrés Manuel López Obrador, quien funge como presidente de México, se subió al tren de los taurinos y no al Maya, una de sus obras gubernamentales, al sugerir que respecto a la decisión de la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de levantar el veto que pesaba sobre la Monumental de Insurgentes, se haga una consulta popular.

‘Es de que (sic.) se convoque a una consulta en la Ciudad de México; hay muchos temas en los que sí hace falta conocer la opinión de todos, no imponer, ni siquiera el congreso debería resolver sobre estos temas sin consultarle al pueblo. Yo estoy seguro que participaría mucha gente y eso le daría mucha fuerza’, aseguró durante la conferencia que da todas las mañanas desde Palacio Nacional.
 
Esta sugerencia tiene muchas aristas y lecturas. Desde hace algunos meses, el presidente de la República ha buscado por todos los medios desacreditar el trabajo honesto de las autoridades, sobre todo cuando no están de acuerdo con él, y fue la Suprema Corte la que dio el pasado miércoles el beneficio a la Plaza México para volver a dar fiesta brava.

En las “mañaneras”, como le llaman a ese encuentro diario con la prensa, normalmente a quienes les dan la palabra es a reporteros que hacen preguntas a modo y no a quienes quieren cuestionar al presidente sobre temas espinosos. Fue un miembro de ese grupo el que le hizo la pregunta sobre la tauromaquia, tema que nunca había tocado en público el mandatario tabasqueño.

Quizá López Obrador no sabe que mucha gente, la mayoría de sectores necesitados de apoyo, de trabajo digno y legal, a los que él dice apoyar, se quedarían sin la forma de llevar sustento a sus hogares, afectando entonces a miles en sus derechos, el más importante, a comer para vivir. Entonces: ¿somos o no somos?