Pinceladas toreras de Daniel Luque y Emilio De Justo compartiendo puerta grande

Germán D'Jesús Cerrada

La segunda de San Sebastián con media plaza, se fue por una sola calle y se transformó sin querer en un mano a mano entre Daniel Luque y Emilio De Justo, donde dos estilos toreros se impusieron conquistando la Puerta Grande de la Plaza de Toros "Hugo Domingo Molina", en una tarde de la despedida de Marcos Peña "El Pino" que no se consiguió con los dos toros de su lote. 

El segundo de  De Justo se lo brindó a Daniel Luque en agradecimiento al quite que hizo en el momento que perdió el equilibrio y se fue a la arena, además comentó el de Gerona, Emilio es un tremendo torero y tenemos una gran amistad.

Marcos Peña "El Pino", sin oficio no entendió los dos toros de su lote. El Pino en su despedida, después de 22 años en la actividad taurina, trató de estar con su afición, algunos destellos que pasaron sin mucho interés.

Daniel Luque demostró lo que tiene como torero. En el primero de su lote llevó al toro a las tablas, se quitó el viento de encima y  toreó al murlaco de Campolargo en su querencia, dando un recital con suaves derechazos y profundos naturales. La estocada en lo profundo fue apuntillado, recibe una oreja con petición de la segunda, negada por la presidencia. El diestro en protesta entregó la oreja al subalterno en la vuelta al ruedo.

En el quinto Duque llegó dispuesto a conquistar el triunfo, con un burraco de nombre "Listillo" que le correspondió de lidia ordinaria, escaso de fuerza, pero de buena presencia. Comenzó con veronicas y lances de profundidad, en el tercer tercio, con luquesinas, naturales que emocionaron los tendidos, con música de acompañante. Finamente la presidencia le concedió dos orejas, con una estocada fulminante.

Emilio De Justo, en su primero, llegó dispuesto a llevarse el trofeo de la feria, veronicas por la izquierda y derecha, rematando con chicuelinas, con la muleta tomando distancia y tiempo, una serie por la derecha, a medio pase, continúa con la izquierda con naturales entregados, lentos y muy templados. Remata con manoletinas de media lagartijera, el toro cae y la presidencia lo premia con dos orejas. En el segundo de su lote con un castaño "Caramelo II" , comienza con veronicas y medios lances de profundidad que gustan a los aficionados y espectadores. Con la muleta, Emilio inicia una clase magistral de toreo, con derechazos y naturales que emocionan los tendidos. Importante ese toro, de Campolargo, finalmente con una buena ejecución de la suerte suprema, la presidencia le concede dos orejas.

Ficha del festejo

Marcos Peña "El Pino" Silencio y Silencio

Daniel Luque. Oreja y dos orejas

Emilio De Justo. 

Dos orejas y dos orejas